Wednesday, December 19, 2007
La historia de "El viola lesbianas"
Desde hace un par de días, ustedes habrán notado que hay un nuevo troll en el blog. A pesar de que en est blog tengo la política, igual que en el zoológico, de no alimentarlos, no me he podido resistir.
Es que el pobre cuate es una cadena de tropiezos que no tiene comienzo ni fin. O sea, es más bien un círculo de tropiezos.
Para empezar, su blog.
"No más link acá"
Un blog que se dedica a colocar fotos de homosexuales que les parecen asquerosas, para luego verlas y decir: "oh, qué asqueroso". ¿Así o más proyectado?
Pero déjenme les platico la historia de el viola lesbianas.
Nació en la ciudad de México, en 1992, y desde pequeño mostró un interés por todo que tuviera que ver con los órganos excretores masculinos. Debido a que su padre lo parió por el culo, no tiene mamá mujer, y sus primeros nutrientes los obtuvo de la leche paterna, lo cual llevó a un desarrollo deficiente de su cerebro (particularmente del lóbulo frontal, que es donde está el uso de razón.)
En su familia, sin embargo, la homosexualidad era aceptada y fomentada, así que el viola lesbianas era muy feliz, hasta que un fatídico día conoció el Internet.
Ese triste día, nuestro querido Viola Lesbianas descubrió los blogs y fue víctima de la consecuente avalancha de mierda y diarrea de ideas a la que todos los que hemos paseado por la blogósfera nos hemos enfrentado.
Sin embargo, el viola lesbianas, al no tener un pensamiento forjado, se dejó llevar por las ideas anti-homosexuales de www.paredesufrir.com y decidió erradicar el homoerotismo de su sistema.
Lo primero que hizo fue inscribirse en un curso para dejar de ser gay organizado por panistas, al cual asistió hace un par de meses.
En el curso, que era de corte religioso, les enseñaron a curar sus supuestas desviaciones sexuales, y le ayudaron a procurar la manera más sencilla de hacerlo. Después de inspeccionar a nuestro colega, el cura que impartía el curso decidió que, debido a su fealdad extrema y su amaneramiento, la única manera en el viola lesbianas podría algún día tener relaciones sexuales, sería por medio de la violación.
Así que de ahí nació el nick. Es una descripción de la forma en que dicho blogger tiene relaciones. Violando. Porque nadie tendría sexo consensual con una aberración de la naturaleza como él.
Tan pronto dejó el curso, lo primero que hizo fue tratar de violar a Julieta Méndez González. Pero ella resultó ser más fuerte que él, así que lo sometió y su proeza fracasó. Así que, de ardido, él de inmediato construyó un pequeño altar en su blog denostándola.
Y es que para él, un blog es un espacio para denostar a todos los que no son miserables y vírgenes como él: Julieta, los maricas abigarrados, y ahora yo.
O eso quiere que creamos. En realidad, su blog es una base de imágenes que él encuentra excitantes, pero que él nos trata de hacer creer que le parecen asquerosas para no aceptar que lo que él es en realidad es un pajero y un closetero y un fanático de la música de Allison y Elton John. Y así seguir viviendo en una negación cómoda que le permita quedar bien con los panistas de su curso anti-gay.
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Y además, no para de cagarla. Desde defender a Burger King y la violación de mujeres, hasta decir que la expresión "to pwn" no existe en inglés (como quien dice, no es capaz de googlear algo para salvar su reputación). Luego, convoca a su ejército de pajeros homofóbicos a atacar mi blog, sin que éste haya recibido un sólo ataque, salvo los suyos. O sea, hasta a sus lectores les da hueva.
Y su última torpeza: Acusarme de homosexual. Como si eso fuera un insulto. Si ya no tengo catorce años.
Que quede claro, la preferencia sexual es eso: una preferencia. Como unos prefieren el color verde al azul, y otros prefieren la ropa negra a la ropa roja, asimismo, hay personas que prefieren tener sexo con purulentos y peludos culos llenos de caca que con tibias, húmedas y aromáticas vaginas.
Les sugiero que vayan a visitarlo, y le dejen unos comentarios. Por favor, no sean duros con él, pues es capaz de ordenar un ataque en su contra. Jajaja. Loser.
Tuesday, December 18, 2007
Una solución de-compuesta a los problemas del país
Hace un par de semanas, ustedes han de recordar, que la sesión del pleno en San Lázaro se suspendió debido a un intento de extorsión telefónica.
Fueron cinco las llamadas que recibieron distintos diputados, en las que les dijeron, falsamente, que tenían secuestrados a alguno de sus familiares. Fueron, en ese sentido, idénticas a las llamadas recibidas por otras miles de personas diariamente (incluso a mí me ha ocurrido). A diferencia, sin embargo, de que en esta ocasión le tocó a los representantes del pueblo, y no al pueblo, vivir la paranoia, la angustia, y el miedo de dichos telefonemas.
Antes de esa fecha, a nadie en el Congreso le importaba que hubiera llamadas telefónicas con finalidad de extorsión. No era un asunto que inquietara al país. Pero el día en el que les tocó a ellos padecerlas...¡oh, sorpresa!
Tipificaron el delito, aumentaron la pena, abrieron una línea de denuncia... Y hoy por hoy, parece que los extorsionadores ya andan buscando otra rama de trabajo porque parece que se han frustrado bastantes de estos intentos de extorsión.
Como quien dice, hicieron algo por el problema. Los diputados y senadores vieron que había un asunto grave, y trabajaron con agilidad sorprendente para intentar resolverlo.
--
Y fue cuando vi eso, que tuve una idea. Como en este blog buscamos la solución de los problemas del país, proponemos lo siguiente:
Hay que pedirle a dios de que a los hijos de los senadores les de SIDA, a ver si así s dan cuenta de la importancia de las campañas de prevención, y que dar condones no equivale a comprar six packs. Hay que esperar que sus hijas se mueran debido a las complicaciones causadas por abortos clandestinos, y así quizá sientan en carne propia lo que miles de familias en el país sufren debido a que el moralismo eclesiástico sigue siendo ley.
Dios quiera que a sus familiares los secuestren, a ver si hacen algo para acabar con la inseguridad...algo que no sea asignarse más guaruras. Juntemos las manos y oremos por que, en una caída de la bolsa y debido a sus AFORES privadas, se queden todos los legisladores sin jubilación, y se vean obligados a empacar compras en el supermercado para pagar sus medicamentos contra el Alzheimer. Quizá así hagan algo por las pensiones y los viejitos. Y sería bueno para el país que se les muriera algún hijo de inanición, por no tener suficicente comida. Tal vez ésa sea la única forma de que estas personas implementen políticas para nutrir mejor a los niños pobres.
Sería bueno para el país que a su mejor amigo le de un balazo algún policía corrupto en la calle, y que se tarde cuarenta minutos en llegar la ambulancia. A ver si así deciden darle una mayor partida a los servicios de rescate y combatir la corrupción policial.
Habría que desear a todos y cada uno de los asambleístas los despidan injustificadamente, y no puedan hacer nada al respecto. A ver si mejoran la ley laboral. Que sus hijos reprueben el examen a la universidad pública y no tengan para una privada, a ver si hacen algo por la educación. Ojalá que el salario de un legislador sea proporcional al de todos los demás mexicanos, para que sólo se lo puedan aumentar cuando suba el nuestro.
Ojalá que todos y cada uno de los hijos de los legisladores panistas y priístas resulten homosexuales y lesbianas. Quizá así se aprueben sociedades de convivencia en más lugares. Ojalá que los legisladores enfermos sufran mucho cuando sea hora de morir, y que les tomen video para que los vean los otros legisladores. Tal vez así aprueban una ley para el bien morir.
Después de ver el manejo de la situación de las inundaciones en Tabasco, me falta desearles a todos los asambleístas que un río se lleve sus casas. Después de ver los problemas de agua en Iztapalapa, le deseo a los legisladores que se queden sin agua por tres meses. Que se les derrumbe un cerro encima. Que les violen a sus hijos unos gobernadores pederastas. Que a sus amigos los desaparezca la policía oaxaqueña después de torturarlos brutalmente. Sería bueno que en un retén militar abrieran fuego contra el jefe de la bancada del PAN y maten a toda su familia.
A ver si hacer algo por el fondo de prevención de desastres. Por arreglar el problema del agua la capital. Por enjuiciar a Ulises Ruiz y Marín, por dejar de militarizar el país.
Ojalá que, en pleno ejercicio de su libertad de expresión, unos granaderos se los madreen gandallamente a macanazos, que unos policías les roben dinero en la calle. Porque a ellos no les parece grave hacerlo. Ojalá que se tengan que ir asardinados en el caluroso metro al trabajo por el resto de sus vidas, y que se enfermen por respirar el aire de mierda de la ciudad al ir en la combi.
Y finalmente, ahora con la Reforma Judicial (que, por si no lo saben, convierte a este país oficialmente en una nación neofascista)...
(Ahora la policía no necesita ni siquiera una maldita orden judicial para entrar a tu casa, ni para intervenir tú teléfono, y te pueden privar de la libertad por más tiempo, aun sin fincarte cargos. Y todos sabemos que, como en México la policía conoce los derechos humanos y los respeta, y como la policía no conoce la corrupción ni le gusta robar y abusar del poder, está muy bien. Porque además México no es de esos países donde intimida a la gente usando a la policía, ni donde se haría espionaje telefónico con fines políticos.)
Pues voy a abocar todas mis fuerzas mentales para que una tropa entre a golpes a sus casas, les de de coscorrones, les rompa sus muebles, les tire las repisas, le pegue a sus hijos, y a sus perros. Que se robe algunos objetos de valor, y de paso que rompan todos los platos. Que los detengan por razones cínicas, falsas.
Que sean los policías más groseros, más corruptos, más prepotentes. De esos que te revelan, en un sólo gesto, la naturaleza tiránica, déspota y autoritaria del estado.
Y tal vez así se den cuenta de su error. Y tal vez así, reviertan la Reforma Judicial.
Digo, bien saben ustedes que no le deseo mal a nadie. Pero parece que, hasta que les pasa a ellos, hacen algo al respecto. Así que lo lamento mucho, pero si de otra forma no entienden, pues ojalá que todo esto les pase.
--
Mi comentario favorito de la historia, en la entrada anterior:
El Viola Lesbianas dijo...
No te metas con Burger King pinche homosexual cabrón. Te voy a dar en la madre en cuanto sepa quien eres.
RISALOCA!!!!!11
Fueron cinco las llamadas que recibieron distintos diputados, en las que les dijeron, falsamente, que tenían secuestrados a alguno de sus familiares. Fueron, en ese sentido, idénticas a las llamadas recibidas por otras miles de personas diariamente (incluso a mí me ha ocurrido). A diferencia, sin embargo, de que en esta ocasión le tocó a los representantes del pueblo, y no al pueblo, vivir la paranoia, la angustia, y el miedo de dichos telefonemas.
Antes de esa fecha, a nadie en el Congreso le importaba que hubiera llamadas telefónicas con finalidad de extorsión. No era un asunto que inquietara al país. Pero el día en el que les tocó a ellos padecerlas...¡oh, sorpresa!
Tipificaron el delito, aumentaron la pena, abrieron una línea de denuncia... Y hoy por hoy, parece que los extorsionadores ya andan buscando otra rama de trabajo porque parece que se han frustrado bastantes de estos intentos de extorsión.
Como quien dice, hicieron algo por el problema. Los diputados y senadores vieron que había un asunto grave, y trabajaron con agilidad sorprendente para intentar resolverlo.
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Y fue cuando vi eso, que tuve una idea. Como en este blog buscamos la solución de los problemas del país, proponemos lo siguiente:
Hay que pedirle a dios de que a los hijos de los senadores les de SIDA, a ver si así s dan cuenta de la importancia de las campañas de prevención, y que dar condones no equivale a comprar six packs. Hay que esperar que sus hijas se mueran debido a las complicaciones causadas por abortos clandestinos, y así quizá sientan en carne propia lo que miles de familias en el país sufren debido a que el moralismo eclesiástico sigue siendo ley.
Dios quiera que a sus familiares los secuestren, a ver si hacen algo para acabar con la inseguridad...algo que no sea asignarse más guaruras. Juntemos las manos y oremos por que, en una caída de la bolsa y debido a sus AFORES privadas, se queden todos los legisladores sin jubilación, y se vean obligados a empacar compras en el supermercado para pagar sus medicamentos contra el Alzheimer. Quizá así hagan algo por las pensiones y los viejitos. Y sería bueno para el país que se les muriera algún hijo de inanición, por no tener suficicente comida. Tal vez ésa sea la única forma de que estas personas implementen políticas para nutrir mejor a los niños pobres.
Sería bueno para el país que a su mejor amigo le de un balazo algún policía corrupto en la calle, y que se tarde cuarenta minutos en llegar la ambulancia. A ver si así deciden darle una mayor partida a los servicios de rescate y combatir la corrupción policial.
Habría que desear a todos y cada uno de los asambleístas los despidan injustificadamente, y no puedan hacer nada al respecto. A ver si mejoran la ley laboral. Que sus hijos reprueben el examen a la universidad pública y no tengan para una privada, a ver si hacen algo por la educación. Ojalá que el salario de un legislador sea proporcional al de todos los demás mexicanos, para que sólo se lo puedan aumentar cuando suba el nuestro.
Ojalá que todos y cada uno de los hijos de los legisladores panistas y priístas resulten homosexuales y lesbianas. Quizá así se aprueben sociedades de convivencia en más lugares. Ojalá que los legisladores enfermos sufran mucho cuando sea hora de morir, y que les tomen video para que los vean los otros legisladores. Tal vez así aprueban una ley para el bien morir.
Después de ver el manejo de la situación de las inundaciones en Tabasco, me falta desearles a todos los asambleístas que un río se lleve sus casas. Después de ver los problemas de agua en Iztapalapa, le deseo a los legisladores que se queden sin agua por tres meses. Que se les derrumbe un cerro encima. Que les violen a sus hijos unos gobernadores pederastas. Que a sus amigos los desaparezca la policía oaxaqueña después de torturarlos brutalmente. Sería bueno que en un retén militar abrieran fuego contra el jefe de la bancada del PAN y maten a toda su familia.
A ver si hacer algo por el fondo de prevención de desastres. Por arreglar el problema del agua la capital. Por enjuiciar a Ulises Ruiz y Marín, por dejar de militarizar el país.
Ojalá que, en pleno ejercicio de su libertad de expresión, unos granaderos se los madreen gandallamente a macanazos, que unos policías les roben dinero en la calle. Porque a ellos no les parece grave hacerlo. Ojalá que se tengan que ir asardinados en el caluroso metro al trabajo por el resto de sus vidas, y que se enfermen por respirar el aire de mierda de la ciudad al ir en la combi.
Y finalmente, ahora con la Reforma Judicial (que, por si no lo saben, convierte a este país oficialmente en una nación neofascista)...
(Ahora la policía no necesita ni siquiera una maldita orden judicial para entrar a tu casa, ni para intervenir tú teléfono, y te pueden privar de la libertad por más tiempo, aun sin fincarte cargos. Y todos sabemos que, como en México la policía conoce los derechos humanos y los respeta, y como la policía no conoce la corrupción ni le gusta robar y abusar del poder, está muy bien. Porque además México no es de esos países donde intimida a la gente usando a la policía, ni donde se haría espionaje telefónico con fines políticos.)
Pues voy a abocar todas mis fuerzas mentales para que una tropa entre a golpes a sus casas, les de de coscorrones, les rompa sus muebles, les tire las repisas, le pegue a sus hijos, y a sus perros. Que se robe algunos objetos de valor, y de paso que rompan todos los platos. Que los detengan por razones cínicas, falsas.
Que sean los policías más groseros, más corruptos, más prepotentes. De esos que te revelan, en un sólo gesto, la naturaleza tiránica, déspota y autoritaria del estado.
Y tal vez así se den cuenta de su error. Y tal vez así, reviertan la Reforma Judicial.
Digo, bien saben ustedes que no le deseo mal a nadie. Pero parece que, hasta que les pasa a ellos, hacen algo al respecto. Así que lo lamento mucho, pero si de otra forma no entienden, pues ojalá que todo esto les pase.
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Mi comentario favorito de la historia, en la entrada anterior:
El Viola Lesbianas dijo...
No te metas con Burger King pinche homosexual cabrón. Te voy a dar en la madre en cuanto sepa quien eres.
RISALOCA!!!!!11
Tuesday, December 04, 2007
Esta patria (anivdeladec, II)
El otro día estaba de ocioso, haciendo burbujas de gargajo y rascándome las gónadas, cuando de pronto salió FeCal en la tele, muy contento, celebrando nuestra consumada democracia y la infalibilidad de las instituciones que garantizan la libertad. Y pensé: Oh, qué lindo es vivir en una vibrante y consumada democracia como ésta.
Oh, qué lindo es vivir en un país lleno de oportunidades y en donde un hombre como Carlos Slim, a base de su trabajo y su esfuerzo, ha podido hacerse de la mayor fortuna del planeta.
Es realmente alentador, pensé, aunque no supiera cómo iba a pagar mis deudas que seguro habrán de aumentar con la inflación gracias a la reforma fiscal.
Fue entonces, menguante de optimismo, que asomé la cabeza por la ventana para respirar una bocanada de puro y limpio aire chilango y de pronto caí en cuenta de que quizá la tele estuviera mintiendo.
Y es que lo que había afuera de mi ventana, afuera de la pantalla de televisión, era otra cosa al país "estable, democrático y en vías de consumar su liderazgo mundial" del que se hablaba en los noticiarios.
Lo que había era un país fracturado, jodido, sin agua, sobrepoblado, con cada vez menos petróleo, cada vez más dependiente de las importaciones de comida. Un país donde los políticos no se ponen de acuerdo para lo más mínimo, dode la sociedad civil es apática y conformista. Un país con 16 millones de miserables, pero en el que 16 hombres y una mujer (no se olviden de Aramburuzabala) concentran más dinero que el 30% de la población. Un país de analfabetas, de criminales, de mezquinos. Un país donde la clase alta es racista y clasista y reaccionaria, donde la clase media es racista y clasista, y donde la clase baja es cada vez más pobre. Un país donde hay mucha maldad, mucho dinero, y mucha miseria. Donde decimos odiar a los gringos pero en el fondo nos morimos por ser ellos.
Y pensé, a manera de consuelo: pero es que por lo menos alguna vez fuimos grandes guerreros y caballeros águilas. Alguna vez construimos pirámides avanzadísimas y creamos monumentales obras de arte. Por lo menos tenemos una gastronomía maravillosa, unos paisajes hermosos y las mejores playas del mundo. Tuvimos a Villa, a Zapata, a Sor Juana. Tuvimos a Diego Rivera. Tuvimos los hermosos lagos y canales de Xochimilco, que alguna vez fueron muy productivos. Y si aprovecháramos nuestros recursos, seguro seríamos el país más rico del mundo. Qué importa si hoy la ciudad es un basurero irreversible y el drenaje está por ahogarnos a todos: nuestro esplendor de hace cinco siglos, nadie nos lo quita. Y México está destinado a la grandeza, porque es el ombligo de la luna. Es cuestión del tiempo el que nos le impongamos a los yanquis imperialistas porque seremos pobres, pero somos la tierra de la esperanza.
Pero luego me pregunté...¿y de qué nos sirve el haber sido?
Y concluí que, a mí, de nada. A los que les ha servido es a los políticos de mierda para excusarse de hacer su trabajo. Nos han puesto nuestra "grandeza" pasada como una forma de excentarse de hacer algo por el presente. La utopía en el pasado, y en el futuro, pero nunca en el presente.
Si no, observen el panorama político del país. Claro, tuvimos un Zapata y lo mataron. En cambio, Gamboa Patrón, Chuauyfett, Bejarano y Creel están vivos.
Claro, tuvimos a un presidente como Lázaro Cárdenas, pero luego hemos a Vicente Fox, a Salinas, a Zedillo, a Díaz Ordaz. Y antes tuvimos a Santa Anna. Once veces.
Claro, tuvimos a Diego Rivera, y a los muralistas. Pero por cada Rivera hemos tenido a cien mil mediocres y vividores de las becas.
Claro, fuimos uno de los pocos países de América Latina en no tener dictadura...en cambio, tuvimos 70 años de PRI...y ahora 12 de PAN. Por si fuera poco, ayer escuché a algunos comunicadores diciendo que Chávez era un dictador. ¿Cuándo fue la última vez que se hizo un referendum en México?
Entonces, ¿nuestra grandeza qué? La herencia cultural. Bla bla bla. La gastronomía, la música, el folclor. Bla bla bla. La riqueza lingüística, la riqueza étnica, la raza cósmica, y las tradiciones.
¿Qué?
La gastronomía nacional, por ejemplo. ¿Cuántos saben hacer mole? ¿A alguien le importa acaso presarvar ese conocimiento? ¿Para qué aprender a hacer salsas mexicanas si las podemos comprar enlatadas, llenas de conservadores?
Además, el pensar en una gastronomía nacional implicaría que, al ser nacional, es algo que se encuentra en todo el territorio nacional. Me parece que ni las chimichangas, ni el mole, ni los tamales, ni el pinole, se comen en todo el país. ¿Qué sí se come en todo el país? Ah, muy fácil.
Oh, y nuestra literatura nacional. ¿Qué tal?
Oh, ¡hay que enorgullecernos de nuestra literatura! Octavio Paz, premio nobel 1990.
Y luego, ¿soy el único a quien le parece sospechoso que se haga más énfasis en Carlos Fuentes como figura pública que como escritor? ¿Alguien se imagina por qué? ¿Será porque el tipo lleva 25 años sin escribir un libro importante? Ahora que salió FeCal con Fernando del Paso, ¿ustedes creen que Felipe haya leído, o que algún día lea, Noticias del imperio? Y que le entienda.
Además, todos sabemos que el libro más leído en el país es el libro vaquero. No porque todos sean unos ñeros y unos calientes, sino porque la educación es deficiente y no hay programas de fomento a la lectura. Ni siquiera hay librerías en provincia.
Claro, en lugar de instaurar políticas nacionales que incentiven el conocimiento, el gobierno da un premio de cien mil dólares y ya con eso se exenta de hacer algo por toda esa gente sumida en la ignorancia más vulgar. Qué importa que la gente no sepa leer, que se lean menos de tres libros al año en promedio. Entre menos gente sepa leer, menos estarán dispuestos a apagarle a La Academia y a cuestionar a un político que diga que el país va encaminado a algo que no sea el desbarrancadero del fracaso.
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¡Pero decompuesto! ¡La riqueza precolonial del país!
Hmmm.....
¿Historia prehispánica? No se enseña ya en la escuela. A casi nadie le importa entender el contexto a las culturas que nos precedieron. A nadie le importa un pito saber náhuatl o alguna otra lengua indígena, para ampliar nuestra visión de mundo.
¿De que nos sirve nuestra herencia indígena?
Muy fácil: para usar penacho de indio cuando vamos a un partido de México en el extranjero.
Y para tener de qué enorgullecernos, supuestamente, cuando el país está al borde del fracaso total.
¡Pero decompuesto! Nuestro héreos nacionales!
Y nuestros héroes nacionales. Simplemente los adoramos y los respetamos, cuales baluartes de oro, cuando en realidad los carcomen ya los gusanos.
¡Y nuestra ciencia!
¿La tele a color la inventó un mexicano? Algunos dicen que no es cierto, pero aunque lo fuera, parece que esa fue la aportación al conocimiento científico del país para cien años pues el gobierno parece que ya no quiere invertir en ciencia nunca más. En lugar de gastar en desarrollar tecnología nuclear e impulsar las universidades, se gasta en darle lana a los bancos para que sigan concentrando y acaparando más lana que cualesquiera otras instituciones en el país.
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¿Y si tratamos de pensar la patria por lo que no somos?
Por ejemplo, gringos.
Los gringos tienen un país que funciona, y funcionaba tan bien, que se pudo chingar al resto del mundo en el proceso. En México la gente siempre anda diciendo: Oh, es que los malditos gringos. Son todos unos gordos de mierda que comen en McDonalds y no tienen cultura como nosotros que fuimos Aztecas.
Pero en el fondo, al mexicano de clase media lo que más le habría gustado es nacer allá. Si no, fíjense en todo lo que venden en las tiendas. Productos, que si no son gringos, están industrializados a la manera de los gringos. Ropa de marcas gringas, películas gringas en el cine. Hasta el café mexicano lo venden ahora los gringos via el Estarbocs.
Básicamente, la historia de los gringos y México es la siguiente:
- Le quitan la mitad de su territorio a un país gobernado por ineptos.
- Se dedican a partir de ese momento a extraer plusvalías de este país.
- Comenzamos a emigrar hacia allá para lavarles sus excusados.
- Nos timan para firmar un acuerdo comercial desfavorable que terminará por arruinar la economía nacional y saturará nuestros mercados de sus productos y afianzará nuestra dependencia hacia ellos.
- Maltratan a los emigrantes que lavan sus excusados, diciendo que son unos cabrones que vienen a saquear su país.
Y a todo esto, ¿nosotros qué decimos? Lo que decimos, empotrados en un sillón, bebiendo coca cola y viendo Friends, mientras traemos puestas zapatillas Nike y nos comemos unas palomitas de microondas, ¡Es que nosotros tenemos más cultura que un pinche gringo! ¡Qué importa que nuestro país no funcione y que sea una colonia de facto del suyo! Nosotros tenemos a la virgencita morena, mientras que ellos tienen Massachussetes.
Hmmm.
No es por nada, pero si me ofrecieran cambiar el Tepeyac por el MIT, yo lo cambio...no es por nada, pero si me ofrecieran Manhattan por Teotihuacan, acepto.
Ya sé que es una ofensa a mi "patria", pero preferiría estar a la vanguardia, que regodearme en los logros de unos antepasados que hace mucho que están muertos. Además, los mayores estudiosos de la cultura prehispánica están en....¡oh, ustedes lo han adivinado! En Estados Unidos y Europa.
Así que un aplauso a todos los imbéciles que creen que por tener un pasaporte mexicano ya son los albaceas de toda una serie de culturas que han servido dentro de un discurso de poder como un método de opresión.
...
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¿Mal mexicano? ¿Yo?
¿Cuáles son los rasgos de la "mexicaneidad" actualmente? ¿Hay alguno? A mí no me parece que haya uno para todos. O ya veremos. De hecho, creo que si queremos encontrar "lo mexicano" o "lo latinoamericano", buscarlo en el campo de la cultura es una búsqueda infructífera. Si acaso, habría que buscarlo en lo económico: un país, un subcontinente, con gran desigualdad.
Pero FeCal, con su cintillo presidencial y el escudo nacional en su haber, dice que no. Que los símbolos patrios son lo mexicano. Ofender a la bandera es, según, ofender la mexicaneidad, a todos los mexicanos.
O como quien dice
A pesar de que un águila devorando una deliciosa lata de Coca es más representativo de la nación que una devorando una serpiente, eso es delito. Lo bueno es que la imagen no la hice yo, sino que la encontré en internet y sólo la reproduzco.
Quien haya hecho esa imagen, con solo hacerla, ya ofendió a todos y cada uno de los mexicanos, aunque no se sientan ofendidos. Ya sean ustedes emos, rudos, ravers, intelectuales, panistas, perredos, trotskistas, zapatistas, zoofílicos, raramuris, cholos o budistas, la ley dice que les he agredido.
Sin importar que no quede una puta águila en el valle de México, y que prácticamente las hayamos matado todas, ¿verdad? Digo. Yo en México sólo he visto águilas en cautiverio. Latas de Coca veo todos los días.
¿Pero y cuando los políticos ofenden a la inteligencia con su discurso de mierda? Como cuando sale el presidente diciendo grandes mentiras en la tele. Que el país va ya encaminado. ¿No es delito? ¿No es ofensa?
A la gente le vale madres que ofendan su situación económica con la sodomía económica de las políticas neoliberales. O a la niñez con gobernadores pederastas. Que ofendan su creatividad con Televisa. Que ofendan la dignidad con la existencia de Ulises Ruiz, reiterándonos a todos la máxima de que acuerdo mata justicia.
Pero oh ultraje si ofenden su mexicaneidad reemplazando el escudo nacional con una coca cola.
Es que esa bandera representa a los mexicanos. ¿Cuáles mexicanos?, insisto.
La selección nacional tampoco es México, puta madrre.
Entonces, si no me trago ninguno de estos cuentos, de que le debo a mi "país", de que le debo a mi gobierno, a los aztecas, a los niños héroes que prefirieron tirarse de un balcón que dejar que unos gringos se quedaran con un paños de colore. ¡Qué hubieran defendido California con el mismo ahínco con el que defendieron el escudo, los desgraciados!
¡Y todavía nos dicen que son unos héroes! ¡Si mi hijo se tirara de un balcón por defender un trapo, lo que yo le daría sería una madriza por pendejo!
Pero, muy bien, te enseñan los niños héroes en la escuela, y así ya no te hablan de las pugnas entre conservadores incompetentes y liberales incompetentes que permitieron la generación de una inestabilidad política tal que hizo de una invasión estadounidense algo viable.
Lo que hay que hacer es quemar las pirámides, los museos, los héroes nacionales, los escudos, el mole, cortarle las piernas a Giovani dos Santos, y mirar la realidad de frente: somos un país mierdoso, estancado, antidemorcático, con 50 millones de pobres, escasez de agua, y un vecino de mierda el cual nos compra el 88% de nuestras exportaciones. Tenemos un déficit en la balanza comercial, un problema con el narcotráfico, con gobernadores represores y fascistas, y un presidente oficial que en su primer año de mandato se ha mostrado a todas luces inútil.
Nuestra riqueza y diversidad cultural se está yendo al desagüe porque no hay políticas cabales para su conservación, y la educación en el país, salvo unas cuantas universidades, es mala: ni la gente que va a la universidad sabe escribir sin faltas de ortografía.
Además, tenemos la ciudad capital más contaminada del mundo. Al hombre más rico del mundo. Tenemos también a su vez a 17 millones de miserables. La delegación Benito Juárez tiene el ingreso per cápita más alto del Latinoamérica, mientras que Metlatonoc, Guerrero, tiene el menor.
Y al año de su llegada al poder, Felipe Calderón viene a decirnos que el país está encaminado.
¡Pero tenemos disidencia! ¡oh, la esperanza que ellos encarnan! Marcos, que se dedicó el año pasado a hacernos creer que los niños de la UNAM debíamos jugarle al radical y no votar. Y no sirvió de nada. Él, mientras tanto, está muy contento firmando autógrafos, saliendo en el programa de Loret de Mola, y cantando el himno nacional. Uno pensaría que un movimiento de liberación nacional sería un poco más crítico de la idea de nación, de las cuestiones históricas que cimientan esas nociones mierdosas. Pero por lo visto, no. MARCOS CANTA EL HIMNO Y HACE HONORES A LA BANDERA EN LA SIERRA CHIAPANECA.
Eso pasa cuando pones a un mestizo al frente de un movimiento indígena.
Y luego el Peje, que se pasó la campaña entera comiendo mierda y coqueteando con la gente del centro, y cuando perdió la elección, por fin se hizo izquierdista. Hmmm. Y ahora tiene un gobierno legítimo que lo único que hace es decir que todo, absolutamente todo, lo que hace FeCal está mal. Hasta lo que hace bien.
...
...
...
*snif* *snif*
...
...
¿Así que la conclusión será que la mexicaneidad no existe?
No, pues no.
Hay algo que nos es común a todos, sin importar la clase social, la etnia, y color de piel. Hay algo que todos conocemos, sin importar cuan alejados y rezagados estemos. Les diré qué:
La propaganda política.
La Coca-Cola y Pepsi.
Y los productos marinela.
Yo ya he viajado un poco por este país, y la verdad es que me falta aún encontrar un punto habitado del mismo en el que no se encuentre Coca Cola y una barda pintada con propaganda. Una ciudad sin una tienda tipo Oxxo. Incluso en los parajes calientes de la selva, te encuentras boticas destartaladas que te venden Canelitas marinela.
Así que ahórrense las lecturas y las clases en la universidad. Esta es la mexicaneidad: comida chatarra, y políticos pendejos. Las corporaciones, y el estado inútil. Ah, y desigualdad social. Mucha. Muchísima.
...
...
...
¿No me creen? A ver, díganme: ¿cuáles son las 13 deidades del panteón náhuatl?
A ver....los 5 refrescos principales de la línea Coca Cola. Cocafantamanzanadelauerespraitfresca.
Lo único que tiene este país en común a lo largo y ancho del territorio es que, en cada lugar, sin importar cuan remoto y alejado, te consigues unas papas sabritas y una Coca. Podrán hablar, yaqui, tztotzil, tojolabal, o tepiteño, pero toman Coca.
Conclusiones:
1.- Como quien dice: esto es un puto desastre.
2.- No tomo Coca, ergo no soy mexicano.
3.- Pirámides=RBD=futbol=control mental
4.- Este blog cumple dos años. Celebro con un nuevo template. ¡Larga vida al decompuesto! ¡Muerte al decompuesto!
Oh, qué lindo es vivir en un país lleno de oportunidades y en donde un hombre como Carlos Slim, a base de su trabajo y su esfuerzo, ha podido hacerse de la mayor fortuna del planeta.
Es realmente alentador, pensé, aunque no supiera cómo iba a pagar mis deudas que seguro habrán de aumentar con la inflación gracias a la reforma fiscal.
Fue entonces, menguante de optimismo, que asomé la cabeza por la ventana para respirar una bocanada de puro y limpio aire chilango y de pronto caí en cuenta de que quizá la tele estuviera mintiendo.
Y es que lo que había afuera de mi ventana, afuera de la pantalla de televisión, era otra cosa al país "estable, democrático y en vías de consumar su liderazgo mundial" del que se hablaba en los noticiarios.
Lo que había era un país fracturado, jodido, sin agua, sobrepoblado, con cada vez menos petróleo, cada vez más dependiente de las importaciones de comida. Un país donde los políticos no se ponen de acuerdo para lo más mínimo, dode la sociedad civil es apática y conformista. Un país con 16 millones de miserables, pero en el que 16 hombres y una mujer (no se olviden de Aramburuzabala) concentran más dinero que el 30% de la población. Un país de analfabetas, de criminales, de mezquinos. Un país donde la clase alta es racista y clasista y reaccionaria, donde la clase media es racista y clasista, y donde la clase baja es cada vez más pobre. Un país donde hay mucha maldad, mucho dinero, y mucha miseria. Donde decimos odiar a los gringos pero en el fondo nos morimos por ser ellos.
Y pensé, a manera de consuelo: pero es que por lo menos alguna vez fuimos grandes guerreros y caballeros águilas. Alguna vez construimos pirámides avanzadísimas y creamos monumentales obras de arte. Por lo menos tenemos una gastronomía maravillosa, unos paisajes hermosos y las mejores playas del mundo. Tuvimos a Villa, a Zapata, a Sor Juana. Tuvimos a Diego Rivera. Tuvimos los hermosos lagos y canales de Xochimilco, que alguna vez fueron muy productivos. Y si aprovecháramos nuestros recursos, seguro seríamos el país más rico del mundo. Qué importa si hoy la ciudad es un basurero irreversible y el drenaje está por ahogarnos a todos: nuestro esplendor de hace cinco siglos, nadie nos lo quita. Y México está destinado a la grandeza, porque es el ombligo de la luna. Es cuestión del tiempo el que nos le impongamos a los yanquis imperialistas porque seremos pobres, pero somos la tierra de la esperanza.
Pero luego me pregunté...¿y de qué nos sirve el haber sido?
Y concluí que, a mí, de nada. A los que les ha servido es a los políticos de mierda para excusarse de hacer su trabajo. Nos han puesto nuestra "grandeza" pasada como una forma de excentarse de hacer algo por el presente. La utopía en el pasado, y en el futuro, pero nunca en el presente.
Si no, observen el panorama político del país. Claro, tuvimos un Zapata y lo mataron. En cambio, Gamboa Patrón, Chuauyfett, Bejarano y Creel están vivos.
Claro, tuvimos a un presidente como Lázaro Cárdenas, pero luego hemos a Vicente Fox, a Salinas, a Zedillo, a Díaz Ordaz. Y antes tuvimos a Santa Anna. Once veces.
Claro, tuvimos a Diego Rivera, y a los muralistas. Pero por cada Rivera hemos tenido a cien mil mediocres y vividores de las becas.
Claro, fuimos uno de los pocos países de América Latina en no tener dictadura...en cambio, tuvimos 70 años de PRI...y ahora 12 de PAN. Por si fuera poco, ayer escuché a algunos comunicadores diciendo que Chávez era un dictador. ¿Cuándo fue la última vez que se hizo un referendum en México?
Entonces, ¿nuestra grandeza qué? La herencia cultural. Bla bla bla. La gastronomía, la música, el folclor. Bla bla bla. La riqueza lingüística, la riqueza étnica, la raza cósmica, y las tradiciones.
¿Qué?
La gastronomía nacional, por ejemplo. ¿Cuántos saben hacer mole? ¿A alguien le importa acaso presarvar ese conocimiento? ¿Para qué aprender a hacer salsas mexicanas si las podemos comprar enlatadas, llenas de conservadores?
Además, el pensar en una gastronomía nacional implicaría que, al ser nacional, es algo que se encuentra en todo el territorio nacional. Me parece que ni las chimichangas, ni el mole, ni los tamales, ni el pinole, se comen en todo el país. ¿Qué sí se come en todo el país? Ah, muy fácil.
Oh, y nuestra literatura nacional. ¿Qué tal?
Oh, ¡hay que enorgullecernos de nuestra literatura! Octavio Paz, premio nobel 1990.
Y luego, ¿soy el único a quien le parece sospechoso que se haga más énfasis en Carlos Fuentes como figura pública que como escritor? ¿Alguien se imagina por qué? ¿Será porque el tipo lleva 25 años sin escribir un libro importante? Ahora que salió FeCal con Fernando del Paso, ¿ustedes creen que Felipe haya leído, o que algún día lea, Noticias del imperio? Y que le entienda.
Además, todos sabemos que el libro más leído en el país es el libro vaquero. No porque todos sean unos ñeros y unos calientes, sino porque la educación es deficiente y no hay programas de fomento a la lectura. Ni siquiera hay librerías en provincia.
Claro, en lugar de instaurar políticas nacionales que incentiven el conocimiento, el gobierno da un premio de cien mil dólares y ya con eso se exenta de hacer algo por toda esa gente sumida en la ignorancia más vulgar. Qué importa que la gente no sepa leer, que se lean menos de tres libros al año en promedio. Entre menos gente sepa leer, menos estarán dispuestos a apagarle a La Academia y a cuestionar a un político que diga que el país va encaminado a algo que no sea el desbarrancadero del fracaso.
...
...
¡Pero decompuesto! ¡La riqueza precolonial del país!
Hmmm.....
¿Historia prehispánica? No se enseña ya en la escuela. A casi nadie le importa entender el contexto a las culturas que nos precedieron. A nadie le importa un pito saber náhuatl o alguna otra lengua indígena, para ampliar nuestra visión de mundo.
¿De que nos sirve nuestra herencia indígena?
Muy fácil: para usar penacho de indio cuando vamos a un partido de México en el extranjero.
Y para tener de qué enorgullecernos, supuestamente, cuando el país está al borde del fracaso total.
¡Pero decompuesto! Nuestro héreos nacionales!
Y nuestros héroes nacionales. Simplemente los adoramos y los respetamos, cuales baluartes de oro, cuando en realidad los carcomen ya los gusanos.
¡Y nuestra ciencia!
¿La tele a color la inventó un mexicano? Algunos dicen que no es cierto, pero aunque lo fuera, parece que esa fue la aportación al conocimiento científico del país para cien años pues el gobierno parece que ya no quiere invertir en ciencia nunca más. En lugar de gastar en desarrollar tecnología nuclear e impulsar las universidades, se gasta en darle lana a los bancos para que sigan concentrando y acaparando más lana que cualesquiera otras instituciones en el país.
...
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¿Y si tratamos de pensar la patria por lo que no somos?
Por ejemplo, gringos.
Los gringos tienen un país que funciona, y funcionaba tan bien, que se pudo chingar al resto del mundo en el proceso. En México la gente siempre anda diciendo: Oh, es que los malditos gringos. Son todos unos gordos de mierda que comen en McDonalds y no tienen cultura como nosotros que fuimos Aztecas.
Pero en el fondo, al mexicano de clase media lo que más le habría gustado es nacer allá. Si no, fíjense en todo lo que venden en las tiendas. Productos, que si no son gringos, están industrializados a la manera de los gringos. Ropa de marcas gringas, películas gringas en el cine. Hasta el café mexicano lo venden ahora los gringos via el Estarbocs.
Básicamente, la historia de los gringos y México es la siguiente:
- Le quitan la mitad de su territorio a un país gobernado por ineptos.
- Se dedican a partir de ese momento a extraer plusvalías de este país.
- Comenzamos a emigrar hacia allá para lavarles sus excusados.
- Nos timan para firmar un acuerdo comercial desfavorable que terminará por arruinar la economía nacional y saturará nuestros mercados de sus productos y afianzará nuestra dependencia hacia ellos.
- Maltratan a los emigrantes que lavan sus excusados, diciendo que son unos cabrones que vienen a saquear su país.
Y a todo esto, ¿nosotros qué decimos? Lo que decimos, empotrados en un sillón, bebiendo coca cola y viendo Friends, mientras traemos puestas zapatillas Nike y nos comemos unas palomitas de microondas, ¡Es que nosotros tenemos más cultura que un pinche gringo! ¡Qué importa que nuestro país no funcione y que sea una colonia de facto del suyo! Nosotros tenemos a la virgencita morena, mientras que ellos tienen Massachussetes.
Hmmm.
No es por nada, pero si me ofrecieran cambiar el Tepeyac por el MIT, yo lo cambio...no es por nada, pero si me ofrecieran Manhattan por Teotihuacan, acepto.
Ya sé que es una ofensa a mi "patria", pero preferiría estar a la vanguardia, que regodearme en los logros de unos antepasados que hace mucho que están muertos. Además, los mayores estudiosos de la cultura prehispánica están en....¡oh, ustedes lo han adivinado! En Estados Unidos y Europa.
Así que un aplauso a todos los imbéciles que creen que por tener un pasaporte mexicano ya son los albaceas de toda una serie de culturas que han servido dentro de un discurso de poder como un método de opresión.
...
...
...
¿Mal mexicano? ¿Yo?
¿Cuáles son los rasgos de la "mexicaneidad" actualmente? ¿Hay alguno? A mí no me parece que haya uno para todos. O ya veremos. De hecho, creo que si queremos encontrar "lo mexicano" o "lo latinoamericano", buscarlo en el campo de la cultura es una búsqueda infructífera. Si acaso, habría que buscarlo en lo económico: un país, un subcontinente, con gran desigualdad.
Pero FeCal, con su cintillo presidencial y el escudo nacional en su haber, dice que no. Que los símbolos patrios son lo mexicano. Ofender a la bandera es, según, ofender la mexicaneidad, a todos los mexicanos.
O como quien dice
A pesar de que un águila devorando una deliciosa lata de Coca es más representativo de la nación que una devorando una serpiente, eso es delito. Lo bueno es que la imagen no la hice yo, sino que la encontré en internet y sólo la reproduzco.
Quien haya hecho esa imagen, con solo hacerla, ya ofendió a todos y cada uno de los mexicanos, aunque no se sientan ofendidos. Ya sean ustedes emos, rudos, ravers, intelectuales, panistas, perredos, trotskistas, zapatistas, zoofílicos, raramuris, cholos o budistas, la ley dice que les he agredido.
Sin importar que no quede una puta águila en el valle de México, y que prácticamente las hayamos matado todas, ¿verdad? Digo. Yo en México sólo he visto águilas en cautiverio. Latas de Coca veo todos los días.
¿Pero y cuando los políticos ofenden a la inteligencia con su discurso de mierda? Como cuando sale el presidente diciendo grandes mentiras en la tele. Que el país va ya encaminado. ¿No es delito? ¿No es ofensa?
A la gente le vale madres que ofendan su situación económica con la sodomía económica de las políticas neoliberales. O a la niñez con gobernadores pederastas. Que ofendan su creatividad con Televisa. Que ofendan la dignidad con la existencia de Ulises Ruiz, reiterándonos a todos la máxima de que acuerdo mata justicia.
Pero oh ultraje si ofenden su mexicaneidad reemplazando el escudo nacional con una coca cola.
Es que esa bandera representa a los mexicanos. ¿Cuáles mexicanos?, insisto.
La selección nacional tampoco es México, puta madrre.
Entonces, si no me trago ninguno de estos cuentos, de que le debo a mi "país", de que le debo a mi gobierno, a los aztecas, a los niños héroes que prefirieron tirarse de un balcón que dejar que unos gringos se quedaran con un paños de colore. ¡Qué hubieran defendido California con el mismo ahínco con el que defendieron el escudo, los desgraciados!
¡Y todavía nos dicen que son unos héroes! ¡Si mi hijo se tirara de un balcón por defender un trapo, lo que yo le daría sería una madriza por pendejo!
Pero, muy bien, te enseñan los niños héroes en la escuela, y así ya no te hablan de las pugnas entre conservadores incompetentes y liberales incompetentes que permitieron la generación de una inestabilidad política tal que hizo de una invasión estadounidense algo viable.
Lo que hay que hacer es quemar las pirámides, los museos, los héroes nacionales, los escudos, el mole, cortarle las piernas a Giovani dos Santos, y mirar la realidad de frente: somos un país mierdoso, estancado, antidemorcático, con 50 millones de pobres, escasez de agua, y un vecino de mierda el cual nos compra el 88% de nuestras exportaciones. Tenemos un déficit en la balanza comercial, un problema con el narcotráfico, con gobernadores represores y fascistas, y un presidente oficial que en su primer año de mandato se ha mostrado a todas luces inútil.
Nuestra riqueza y diversidad cultural se está yendo al desagüe porque no hay políticas cabales para su conservación, y la educación en el país, salvo unas cuantas universidades, es mala: ni la gente que va a la universidad sabe escribir sin faltas de ortografía.
Además, tenemos la ciudad capital más contaminada del mundo. Al hombre más rico del mundo. Tenemos también a su vez a 17 millones de miserables. La delegación Benito Juárez tiene el ingreso per cápita más alto del Latinoamérica, mientras que Metlatonoc, Guerrero, tiene el menor.
Y al año de su llegada al poder, Felipe Calderón viene a decirnos que el país está encaminado.
¡Pero tenemos disidencia! ¡oh, la esperanza que ellos encarnan! Marcos, que se dedicó el año pasado a hacernos creer que los niños de la UNAM debíamos jugarle al radical y no votar. Y no sirvió de nada. Él, mientras tanto, está muy contento firmando autógrafos, saliendo en el programa de Loret de Mola, y cantando el himno nacional. Uno pensaría que un movimiento de liberación nacional sería un poco más crítico de la idea de nación, de las cuestiones históricas que cimientan esas nociones mierdosas. Pero por lo visto, no. MARCOS CANTA EL HIMNO Y HACE HONORES A LA BANDERA EN LA SIERRA CHIAPANECA.
Eso pasa cuando pones a un mestizo al frente de un movimiento indígena.
Y luego el Peje, que se pasó la campaña entera comiendo mierda y coqueteando con la gente del centro, y cuando perdió la elección, por fin se hizo izquierdista. Hmmm. Y ahora tiene un gobierno legítimo que lo único que hace es decir que todo, absolutamente todo, lo que hace FeCal está mal. Hasta lo que hace bien.
...
...
...
*snif* *snif*
...
...
¿Así que la conclusión será que la mexicaneidad no existe?
No, pues no.
Hay algo que nos es común a todos, sin importar la clase social, la etnia, y color de piel. Hay algo que todos conocemos, sin importar cuan alejados y rezagados estemos. Les diré qué:
La propaganda política.
La Coca-Cola y Pepsi.
Y los productos marinela.
Yo ya he viajado un poco por este país, y la verdad es que me falta aún encontrar un punto habitado del mismo en el que no se encuentre Coca Cola y una barda pintada con propaganda. Una ciudad sin una tienda tipo Oxxo. Incluso en los parajes calientes de la selva, te encuentras boticas destartaladas que te venden Canelitas marinela.
Así que ahórrense las lecturas y las clases en la universidad. Esta es la mexicaneidad: comida chatarra, y políticos pendejos. Las corporaciones, y el estado inútil. Ah, y desigualdad social. Mucha. Muchísima.
...
...
...
¿No me creen? A ver, díganme: ¿cuáles son las 13 deidades del panteón náhuatl?
A ver....los 5 refrescos principales de la línea Coca Cola. Cocafantamanzanadelauerespraitfresca.
Lo único que tiene este país en común a lo largo y ancho del territorio es que, en cada lugar, sin importar cuan remoto y alejado, te consigues unas papas sabritas y una Coca. Podrán hablar, yaqui, tztotzil, tojolabal, o tepiteño, pero toman Coca.
Conclusiones:
1.- Como quien dice: esto es un puto desastre.
2.- No tomo Coca, ergo no soy mexicano.
3.- Pirámides=RBD=futbol=control mental
4.- Este blog cumple dos años. Celebro con un nuevo template. ¡Larga vida al decompuesto! ¡Muerte al decompuesto!
Tuesday, October 30, 2007
Comer gente muerta es éticamente correcto
Aviso: Este artículo NO es ironía. Todo lo que menciono a continuación lo creo en realidad.
El otro día etaba muy tranquilo en casa tomándome un tesito y exprimiéndome unos cuantos barros, cuando de pronto leí en el periódico que a un tipo en la colonia Guerrero lo habían detenido y apresado porque mató y se comió a su novia. La nota destacaba particularmente esta segunda parte (el acto de la engullición) como abominable, no tanto la primera. Como ya saben, matar en la ciudad de México ya es un crimen equis.
Y bueno, a mí en realidad me molesta que a la gente le moleste y le parezca terrible que se coman a las personas. ¿Qué tiene de malo? ¿Si nos comen los gusanos por qué no aplacar el hambre ajena con carne humana de alguien que ya murió?
Hace un par de años hubo una gran conmoción y millones de alemanes se horrorizaron cuando un tipo del encantador pueblillo de Rotenburg ob der Tauber, Alemania, se comió a otro señor. Había un video (que nunca llegó al Youtube) en el que el tipo que fue englutido aceptaba ser comido. O sea, fue una práctica hecha con consentimiento mutuo. Yo sí creo que, si es con consentimiento mutuo, todo se vale. Hasta comerse al prójimo y dejar que el perro se lo coja a uno.
Pero en lugar de pensar igual que yo, que es la forma racional y correcta, millones de personas estúpidas y un puñado de retrógradas jueces de la suprema corte de Alemania se indignaron moralmente por estos actos. Y esto es realmente pusilánime e hipócrita, pues las personas que están en contra del canibalismo generalmente no tienen ningún problema con maltratar y torturar animales y condenarlos a vidas inhumanas y miserables, tan sólo para tener carne barata en los supermercados.
Por favor vean el siguiente video:
Después de haberlo visto, quiero que me digan sinceramente qué está peor: comerse a una persona que murió de causas naturales o fortuitas, o comerse a un animal de los del video.
Lo que hizo mal el canibal de la Guerrero, fue matar a la víctima. Comérsela no es tan grave éticamente hablando.
¿Por qué?
Porque un cadaver no es una persona, ¡burro! No tiene sentimientos, ni deseos, ni le importa que se lo coman los perros.
¿Desecración de restos humanos?
Chale, ¿qué tal si empezamos por respetar a los que seguimos vivos?
Yo me siento desecrado cada vez que escucho un discurso del presidente. Me siento desecrado cada que se me exige, por una cuestión de la forma en que se organiza el trabajo hoy día, aplastarme 10 horas seguidas en una puta silla giratoria, chingándome la pinche espalda. Me siento desecrado cada vez que un carro de mierda me tose con el escape en la cara, o cada vez que un pendejo me toca la bocina cuando voy cruzando a un paso normal por la esquina y él quiere dar vuelta.
Ah, pero qué consuelo: Cuando esté muerto, nadie podrá comer ni cojerse mi inútil cadáver amarillo.
Bueno, está el caso de los familiares y los amigos. Pero insisto que la peor parte de que a alguien que conoces lo maten y se lo coman, es que lo hayan matado. El que se lo hayan comido si acaso debería ser una falta administrativa, o si está encubriendo evidencias,pues acusarlo de obstrucción de justicia. Pero el comerte a alguien per se, no tiene nada de malo éticamente si la persona murió de causas naturales.
Conclusiones: Es éticamente preferible desenterrar muertos y comértelos que comprar pollo en el supermercado. Además, contaminas menos.
Monday, October 22, 2007
Por nada en el mundo veas Luz silenciosa
El otro día estaba de lo más tranquilo hasta que se me ocurrió ir al cine del World Trade Center a ver una película llamada Luz silenciosa.
La película es excpcionalmente buena. La fotografía es excelente, la ambientación es de primera. La historia se plantea de manera sencilla (es lineal), pero a la vez es devastadoramente compleja, y esto se retrata en el manejo de las dimensiones emocionales de los personajes. Es sin lugar a dudas una de las mejores películas que he visto en mucho tiempo. El director es un experto en exprimir cada escena, en revelar esencias en fragmentos perfectamente escogidos, en detalles minúsculos como lágrimas y gotas de sudor. La película tiene pocos diálogos y las escenas avanzan en tiempos parecidos al real. Se apela a una economía de la palabra que refleja la dirección a la cual apunta el director, que es la de desarrollar un ambiente a partir del silencio, los sonidos de la naturaleza, de los autos, del polvo. Pero sobre todo, del sonido del silencio. Heredero de Rulfo en este sentido.
En fin, uno pensaría que la gente que va a ver cine de arte sabría suficiente sobre intertextualidad para hacer la relación entre el título de la película y el hecho de que esté contruida por el silencio y la imagen. Pero no. Hoy he descubierto que la gente va a ver una película "difícil" mentalizada como si fuera a una de Jackie Chan y por tanto, cree que los silencios de la película fueron hechos para que ellos pudieran comentar acerca del pozole que comieron esa tarde.
O sea, por lo menos sean honestos y sálganse de la película si les da hueva. Ríndanse y vayanse a su casa a ver La Academia. No me caguen la madre quedándose a verla si su débil cerebro, tan acostumbrado éste a la síntesis televisiva de una idea en 18 segundos, no puede enfocarse en saborear una película que le exige más al espectador que aplastar el culo en la poltrona y fijar los ojos en unos muñequitos de colores que venden refrescos o un político que alza el puño a favor de la democracia inexistente.
Conclusiones:
-Si no sabes apreciar la película en silencio, o si te aburre, no asumas que todos en la sala compartimos eso y deja de arruinar el ambience poniéndote a hacer comentarios estúpidos con tu amiga. Únicamente te delatan como un imbécil. Habemos quienes pagamos 50 pesos por la experiencia de ver una película en el cine. Y recuerda, QUE NO HAYA DIÁLOGOS NO SIGNIFICA QUE NO SE ESTÉ DICIENDO NADA, ¡BURRO!
- Si eres demasiado lerdo o huevón para hacer el intento de clavarte en ella, no veas Luz silenciosa. Posiblemente tengas mejor suerte divirtiéndote con la TV notas de esta semana, que hasta un perro le entiende.
La película es excpcionalmente buena. La fotografía es excelente, la ambientación es de primera. La historia se plantea de manera sencilla (es lineal), pero a la vez es devastadoramente compleja, y esto se retrata en el manejo de las dimensiones emocionales de los personajes. Es sin lugar a dudas una de las mejores películas que he visto en mucho tiempo. El director es un experto en exprimir cada escena, en revelar esencias en fragmentos perfectamente escogidos, en detalles minúsculos como lágrimas y gotas de sudor. La película tiene pocos diálogos y las escenas avanzan en tiempos parecidos al real. Se apela a una economía de la palabra que refleja la dirección a la cual apunta el director, que es la de desarrollar un ambiente a partir del silencio, los sonidos de la naturaleza, de los autos, del polvo. Pero sobre todo, del sonido del silencio. Heredero de Rulfo en este sentido.
En fin, uno pensaría que la gente que va a ver cine de arte sabría suficiente sobre intertextualidad para hacer la relación entre el título de la película y el hecho de que esté contruida por el silencio y la imagen. Pero no. Hoy he descubierto que la gente va a ver una película "difícil" mentalizada como si fuera a una de Jackie Chan y por tanto, cree que los silencios de la película fueron hechos para que ellos pudieran comentar acerca del pozole que comieron esa tarde.
O sea, por lo menos sean honestos y sálganse de la película si les da hueva. Ríndanse y vayanse a su casa a ver La Academia. No me caguen la madre quedándose a verla si su débil cerebro, tan acostumbrado éste a la síntesis televisiva de una idea en 18 segundos, no puede enfocarse en saborear una película que le exige más al espectador que aplastar el culo en la poltrona y fijar los ojos en unos muñequitos de colores que venden refrescos o un político que alza el puño a favor de la democracia inexistente.
Conclusiones:
-Si no sabes apreciar la película en silencio, o si te aburre, no asumas que todos en la sala compartimos eso y deja de arruinar el ambience poniéndote a hacer comentarios estúpidos con tu amiga. Únicamente te delatan como un imbécil. Habemos quienes pagamos 50 pesos por la experiencia de ver una película en el cine. Y recuerda, QUE NO HAYA DIÁLOGOS NO SIGNIFICA QUE NO SE ESTÉ DICIENDO NADA, ¡BURRO!
- Si eres demasiado lerdo o huevón para hacer el intento de clavarte en ella, no veas Luz silenciosa. Posiblemente tengas mejor suerte divirtiéndote con la TV notas de esta semana, que hasta un perro le entiende.
Tuesday, September 18, 2007
Juárez me agobia
Monday, September 10, 2007
Sobre rayar billetes
Sobre rayar billetes
(Artículo publicado por primera vez en el semanario The Economist, del 10 de septiembre del 2007. Todos los derechos reservados.)
by Dr. Decom Poser, Departamento de estudios financieros, Universidad de Harvard.
El otro día, celebrando la nueva temporada de éste, su blog de confianza, hice unos billetes conmemorativos. El primero hacía alarde del hecho de una forma un tanto gráfica y ostentosa.
Pero era, en realidad, inofensivo. Así que fui al banco a pagar el internet y cuando andaba dándole el dinero a la cajera, me percaté de que se detuvo a examinar el billete al momento de contar el pago. Acto seguido, llamó al gerente de la sucursal a que lo viniera a revisar. Ante la situación, me hice el desentendido y simplemente, en caso de ser requerida, empecé a esbozar una excusa de que me lo acababa de dar así el cajero automático. Pero a la hora de la hora no fue necesario porque el gerente simplemente le indicó a la cajera que me lo aceptara, y ya. Sin embargo, yo, muy conspicua y como desinteresadamente, le pregunté: ¿Había algún problema? ¿pensaban que era falso o qué? Y me dijo, "No, es que estaba rayado. Y si un billete está rayado con una leyenda política o religiosa, pierde su valor."
Como quien dice, el Banco de México es un gran mago. Tú trabajas por obtener dinero, y la reserva del país la respalda. Tú, al tener un billete, eres dueño de una fracción de la economía del país, de una riqueza que te es legada a través de dicho instrumento. Ahora, el billete en sí no tiene ningún valor. El valor real está en la economía y en la esperanza de que el pinche Banco Central no imprima papeles a lo pendejo que lleve a una devaluación de la moneda. El billete es sólo una abstracción del VALOR, no es valor en sí. Es PAPEL. En tanto que es un pedazo de papel que tiene una denominación impresa que es real, el Banco no tiene derecho a decirte que, salvo que lo destruyas o le quites una parte física al billete, éste no sirve. Un billete viejo de cien, todo arrguado y chingado, no vale noventa.
Para los alquimistas del Banco de México, el ponerle una palabra a un instrumento representativo del valor le quita el valor. Es como de David Copperfield la cosa. O sea, para ellos, esto:
deja de valer si le haces esto:
¿Cómo? ¿por qué? ¿cuándo? Nada: moralismo y mamadas. En fin, como ustedes sabrán, yo y mi amigo el Jey vamos un paso adelante siempre. Si no me creen, chequen nuestra solución.
¡Ajá! ¡Sin leyenda política, vuelve a valer! Así que, amigos, la moraleja es: júntense con los chingones.
Y a Guillermo Ortiz et al, les aviso atentament que, en algún lado de este país, hay un billete de 50 pesos con una dedicatoria para ustedes....
---
Les presento a continuación dos ejemplares de la colección "Denuncias en billetes: un acercamiento a la obra de grafitti monetario de Dec Omp Oser desde la perspectiva del mito histórico mexicano". Éste es sólo un pequeño extracto de lo que será la obra y museografía de mi exposición que podrán disfrutar dentro de poco en el museo Rufino Tamayo.
La frase Y eso que la guerra la perdimos, pronunciada por el General Ignacio Zaragoza apunta hacia un cuestionamiento cabal de los mecanismos de mitificación de los episodios históricos más representativos de la historia mexicana. La Batalla de Puebla, acaecida el cinco de Mayo de mil ochocientos sesenta y algo, es un perfecto ejemplo de un episodio mitificado. A pesar de los balances negativos de la guerra que incluyen la efectiva invasión de los franceses y el sometimiento de las fuerzas del estado mexicano, en el imaginario colectivo se preserva una idea de grandeza debido a que se ganó una batalla. El que la ocupación francesa se haya consumado resulta un detalle irrelevante e incluso excluido de lo que la plebis sabe y recuerda acerca de dicho acontecimiento histórico. En este sentido, el billete contiene una doble interpretación: apela a la autocrítica desde el futuro de los mismos héroes nacionales que tuvieron una visión más completa de los hechos y cuestionan su merecimiento de aparecer en los billetes, y a la vez, llama la atención del público, seguramente ignorante y abyecto, sobre un asunto de vital trascendencia en la consolidación de la figura oprobiosa y patética del mexicano moderno: el que nos intenten vender episodios históricos excepcionales como victorias y los asumamos como tal. Haciendo analogía con el futbol, es como si la selección perdiera 6-1 contra su similar francés, y los medios exaltaran el único gol y lo anunciaran como logro heróico.
En esta presentación, el artista Dec Omp Uesto, se burla de una de las páginas históricas más trágicas pero a la vez más irrisorias y cábulas de la vida de el ilustre benemérito indígena cuyo busto ligeramente obeso, de ancha naríz y cabeza redonda nos observa a todos desde una medialuna alabastrina en la Alameda. La pérdida del borreguito del jóven pastor Benito Juárez fue un hecho que, sin duda, resulta el más relevante de su vida de acuerdo con las percepciones de los mexicanos. "Si no hubiera perdido ese borreguito, jamás se habría vuelto presidente de esta república". El billete busca recrear la posible reacción de este zapoteco ilustre al momento de enterarse de la desaparición de tan entrañable ovino, para a su vez incitar a la reflexión cesuda sobre la ontogénesis epistemológica del liberalismo mexicano en el ideario común.
(Artículo publicado por primera vez en el semanario The Economist, del 10 de septiembre del 2007. Todos los derechos reservados.)
by Dr. Decom Poser, Departamento de estudios financieros, Universidad de Harvard.
El otro día, celebrando la nueva temporada de éste, su blog de confianza, hice unos billetes conmemorativos. El primero hacía alarde del hecho de una forma un tanto gráfica y ostentosa.
Pero era, en realidad, inofensivo. Así que fui al banco a pagar el internet y cuando andaba dándole el dinero a la cajera, me percaté de que se detuvo a examinar el billete al momento de contar el pago. Acto seguido, llamó al gerente de la sucursal a que lo viniera a revisar. Ante la situación, me hice el desentendido y simplemente, en caso de ser requerida, empecé a esbozar una excusa de que me lo acababa de dar así el cajero automático. Pero a la hora de la hora no fue necesario porque el gerente simplemente le indicó a la cajera que me lo aceptara, y ya. Sin embargo, yo, muy conspicua y como desinteresadamente, le pregunté: ¿Había algún problema? ¿pensaban que era falso o qué? Y me dijo, "No, es que estaba rayado. Y si un billete está rayado con una leyenda política o religiosa, pierde su valor."
Como quien dice, el Banco de México es un gran mago. Tú trabajas por obtener dinero, y la reserva del país la respalda. Tú, al tener un billete, eres dueño de una fracción de la economía del país, de una riqueza que te es legada a través de dicho instrumento. Ahora, el billete en sí no tiene ningún valor. El valor real está en la economía y en la esperanza de que el pinche Banco Central no imprima papeles a lo pendejo que lleve a una devaluación de la moneda. El billete es sólo una abstracción del VALOR, no es valor en sí. Es PAPEL. En tanto que es un pedazo de papel que tiene una denominación impresa que es real, el Banco no tiene derecho a decirte que, salvo que lo destruyas o le quites una parte física al billete, éste no sirve. Un billete viejo de cien, todo arrguado y chingado, no vale noventa.
Para los alquimistas del Banco de México, el ponerle una palabra a un instrumento representativo del valor le quita el valor. Es como de David Copperfield la cosa. O sea, para ellos, esto:
deja de valer si le haces esto:
¿Cómo? ¿por qué? ¿cuándo? Nada: moralismo y mamadas. En fin, como ustedes sabrán, yo y mi amigo el Jey vamos un paso adelante siempre. Si no me creen, chequen nuestra solución.
¡Ajá! ¡Sin leyenda política, vuelve a valer! Así que, amigos, la moraleja es: júntense con los chingones.
Y a Guillermo Ortiz et al, les aviso atentament que, en algún lado de este país, hay un billete de 50 pesos con una dedicatoria para ustedes....
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Les presento a continuación dos ejemplares de la colección "Denuncias en billetes: un acercamiento a la obra de grafitti monetario de Dec Omp Oser desde la perspectiva del mito histórico mexicano". Éste es sólo un pequeño extracto de lo que será la obra y museografía de mi exposición que podrán disfrutar dentro de poco en el museo Rufino Tamayo.
La frase Y eso que la guerra la perdimos, pronunciada por el General Ignacio Zaragoza apunta hacia un cuestionamiento cabal de los mecanismos de mitificación de los episodios históricos más representativos de la historia mexicana. La Batalla de Puebla, acaecida el cinco de Mayo de mil ochocientos sesenta y algo, es un perfecto ejemplo de un episodio mitificado. A pesar de los balances negativos de la guerra que incluyen la efectiva invasión de los franceses y el sometimiento de las fuerzas del estado mexicano, en el imaginario colectivo se preserva una idea de grandeza debido a que se ganó una batalla. El que la ocupación francesa se haya consumado resulta un detalle irrelevante e incluso excluido de lo que la plebis sabe y recuerda acerca de dicho acontecimiento histórico. En este sentido, el billete contiene una doble interpretación: apela a la autocrítica desde el futuro de los mismos héroes nacionales que tuvieron una visión más completa de los hechos y cuestionan su merecimiento de aparecer en los billetes, y a la vez, llama la atención del público, seguramente ignorante y abyecto, sobre un asunto de vital trascendencia en la consolidación de la figura oprobiosa y patética del mexicano moderno: el que nos intenten vender episodios históricos excepcionales como victorias y los asumamos como tal. Haciendo analogía con el futbol, es como si la selección perdiera 6-1 contra su similar francés, y los medios exaltaran el único gol y lo anunciaran como logro heróico.
En esta presentación, el artista Dec Omp Uesto, se burla de una de las páginas históricas más trágicas pero a la vez más irrisorias y cábulas de la vida de el ilustre benemérito indígena cuyo busto ligeramente obeso, de ancha naríz y cabeza redonda nos observa a todos desde una medialuna alabastrina en la Alameda. La pérdida del borreguito del jóven pastor Benito Juárez fue un hecho que, sin duda, resulta el más relevante de su vida de acuerdo con las percepciones de los mexicanos. "Si no hubiera perdido ese borreguito, jamás se habría vuelto presidente de esta república". El billete busca recrear la posible reacción de este zapoteco ilustre al momento de enterarse de la desaparición de tan entrañable ovino, para a su vez incitar a la reflexión cesuda sobre la ontogénesis epistemológica del liberalismo mexicano en el ideario común.
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