Saturday, December 06, 2008

La política de “Manos fuera” del Metrobús es retrógrada

El otro día estaba de lo más atareado, terminando de leer una novela que tenía que presentar en una clase. Así que pasé la noche entera leyendo, tomando notas, y puntualizando con riguroso afán las ideas principales de lo que vendría a ser la brillante exposición que habría de presentar.
Sin embargo, a eso de las tres de la mañana me quedé jetón y cuando desperté a las once caí en cuenta de que me había pasado de dormilón y que se había hecho tardísimo para mi clase. Así que me puse unos pantalones y una playera (duermo en calzones y tenis) y salí corriendo. Recorrí a paso de antílope las 5 cuadras que me separan de insurgentes, y estaba ya a punto de cruzar la calle para llegar a la estación cuando distinguí que venía el autobús con dirección hacia el sur. Me apresuré a entrar a la estación y corrí hasta la puerta del primer vagón, para luego cruzar el umbral con destreza de acróbata justo antes de que se apagara el maldito PIIIIIIIINNNNNNNN de la puerta. Apenas me limpiaba el sudor de la frente y me congratulaba por mi asombrosa hazaña, cuando escuché que golpeaban el vidrio de la puerta tras de mí. Volteé y vi a un policía de mierda. Las puertas se abrieron otra vez e inmediatamente entró el tira. No es necesario decir que fui sometido a cachazos y porrazos. Quedé inconsciente y medio muerto, pero a las 2 horas llegó la ambulancia, la cual logró salvarme la vida, aunque desafortunadamente el daño a mis facultades sexuales es irreversible (ahora sufro ataques de priapismo cada que escucho hablar de Margarita Zavala).

Me pusieron cero en mi exposición, pero a los ocho días, el día en que me dieron de alta en el hospital, me advirtieron que no volviera a subirme al vagón de las mujeres, que eso no se permitía. De lo contrario, me volverían a madrear. ¿Vagón de mujeres? Sí, pues resulta que ahora en la ciudad de México no sólo separan los baños y los saunas, sino también los autobuses. Si no, reto a cualquier varón que se intente subir al primer vagón de un metrobús en la estación Gálvez para que vea lo que se siente ser agredido por una turba enardecida de féminas que lo acusarán a uno de hijueputa violador.

Pero qué pinche mamada. Vagón de mujeres. No me chinguen. No digo que no tenga algo de sentido, pero me parece una verdadera chingadera. Es, antes que nada, discriminatorio hacia los hombres. No sé de dónde hayan sacado esa idea Marcelo Ebrard. ¿Estará acaso pidiendo asesoría a los mujaidines? ¿O a los segregacionistas del Klu-Klux-Klan? La última vez que escuché que a un grupo lo echaban a la parte trasera del autobús fue en Estados Unidos, en las épocas de la segregación racial. Por si no lo sabían, lo que hacían era obligar a los negros a viajar en la parte trasera del autobús. ¿Por qué? Pues la excusa era que los negros eran sucios, que bolseaban a los blancos, que le metían mano a las mujeres.

Ahora lo que están haciendo en el Metro y Metrobús, no me van a decir que no tiene un cierto tufillo a discriminación. Se trata de crear espacios en los que la mujer se pueda sentir a sus anchas sin miedo a ser nalgueada por el primer ojete que se pase de lanzas. Pero lo que están diciendo es que los hombres somos todos violadores en potencia y que se debe actuar preemptivamente en contra de nuestros impulsos violadores.

Tiene además, toda la pinta de cosa proselitista. “A las mujeres les gusta ir cómodas en el bus. Así que démosles comodidad, y con eso obtendremos votos”. Se nota que Marcelo Ebrard no viaja en esta madre. Si no, se daría cuenta de lo ilógico que resulta ceder la mitad más grande del metrobús a una minoría (mujeres que viajan solas), mientras que la mitad pequeña es para todos los demás (no sólo hombres, sino todos quienes quieran). Así que, aunado al hecho de que el metrobús va hasta la verga durante 14 horas al día, muchas veces como hombre tienes que esperar a que venga otro camión en el que quepas. Ergo, llegas tarde a clase o al trabajo.

Para empezar, el problema no son los hombres, sino los hombres que acosan. ¿Pero por qué hay nalgueadores de mujeres? No me digan que por la pobreza, imbéciles. Hay muchos países con niveles de vida similares a los de México, y en los que las mujeres pueden viajar en camión sin miedo a ser acosadas. Para entender la sicología del nalgueador, es importante preguntarse, ¿quiénes son las víctimas de las nalgadas en el bus y el metro?

La respuesta, por raro que parezca, es que se trata de las señoras. Las señora gordas y viejas. Caso contrario a lo que uno pensaría, las mujeres jóvenes y bonitas no suelen ser las favoritas de los manos largas. ¿Por qué? Porque al tipo de hombre que se sube a camaronear a un autobús le intimida una mujer bonita. El nalgueador de mujeres tiene baja autoestima, además de que tiene una sexualidad torva y reprimida. Es una persona cuya única forma de lograr el contacto con el sexo femenino es a la fuerza. Generalmente es de la clase baja (los ricos con ese problema generalmente van al teibol) y es de esa gente que se siente fea por el hecho de que no le alcanza el dinero para comprarse toda la mierda que anuncian en la tele.

¿Por qué no mejor acabar con la cultura que fomenta a los nalgueadores? Ah, verdad. Es muy difícil. Es más fácil suministrar una toallita caliente con posibilidades a redituar electoralmente que buscar una solución profunda. Porque la verdadera solución tendría que redefinir las relaciones de poder en la familia y en la educación. Tendría que repensar el machismo y el patriarcado y el falocentrismo que nos eyacula constantemente la cara a todos.
De entrada, habría que acabar con la publicidad que nos dice que nuestra sexualidad es inferior por no ser blancos, por no ser ricos, por no ser altos, por no ser “lindos”. Habría que acabar con la inseguridad sexual que promueven las “Guías para padres” de la Segob, dignificar la masturbación (vista por los jerarcas de la iglesia y los chicos populares como pasatiempo de perdedores, pero que no deja de ser mejor forma de desahogarse que pegar arrimones en el metro) y fomentar la libertad del cuerpo y la normalización del deseo sexual para que los hombres y mujeres puedan ligarse libremente y de forma respetuosa.

La segregación entre hombres y mujeres en el autobús es estúpida. Ninguna mujer ha muerto porque la tortean en el metro, ni ha sido llevaba con una quemadura de tercer grado en forma de mano al hospital porque le agarraron la teta. El problema del acoso no es el acto físico del toqueteo, sino que una mujer o un chamaco no pueda hacer nada al respecto por denunciarlo. Ergo, lo que se tiene que promover es una cultura en la que el acoso sexual y el acosador puedan ser confrontados abiertamente sin vergüenza, una cultura en la que una mujer se sienta segura para reclamar justicia ante una denigración por el estilo, una cultura en la que a los hombres les parezca también aberrante la idea de hacer algo así.

Lo que se debe buscar es fomentar en las mujeres la posibilidad de sentirse libres de alzar la voz, no procurar una convivencia separada, pues ésta es completamente contranatura. ¿Qué clase de lección de civismo es ésa? Cómo ejemplo de la manera en que la convivencia separada altera a las personas serían las escuelas de puros hombres y de puros mujeres, un modelo educativo que termina por afectar las relaciones entre sexos y convertir a los niños y niñas en ineptos sociales. Bien se sabe que las grandes ninfómanas salieron de las escuelas de monjas, por lo que el sistema termina convirtiendo a los individuos en aquello de lo que los quiso mantener alejados.
Porque no está de más recordar que la separación en el bus es una ofensa hacia los hombres decentes como yo. Nunca he torteado a una mujer desconocida en el transporte, ni he acosado a nadie. La mayoría de los hombres no lo hemos hecho nunca. Y sin embargo, por el simple hecho de que soy del sexo masculino (ojo: así nací; eso que traigo entre las patas no lo compré en el Wal-Mart), pues ya se me señala como acosador en potencia y se me castiga por lo que sería capaz de hacer. Se me humilla a priori, obligándome a viajar en la parte trasera del autobús. Esa parte donde, como dirían tanto Fox como Rosa Parks, ni los negros quieren viajar.

Conclusiones: Hacer que los justos paguen por pecadores no puede ser la filosofía angular de un programa social.


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La de-composición latente cumplió 3 años hace 3 días. La fiesta fue modesta, pero interesante. Más info en el siguiente post.


Sunday, November 09, 2008

Una entrada en contra de los argentinos

El otro día estaba muy tranquilo caminando por la Condesa, pensando, Ah, Suave Patria. Cómo disfruto que seas de los mexicanos, no que esos pinches países del norte, como Estados Unidos, que están todos invadidos de paquistaníes, de chinos, de somalíes, y de negros. Y hasta de nacionalidades peores. Seguro se me está olvidando una...ah, no me acuerdo. En fin, creo que es una que se concentra con apremio en Tejas y California. Intentaré hacer memoria después de escribir esto. El caso es que estaba a media diatriba racista cuando de pronto fui atacado por unos güeros argentinos que me robaron la cartera y me quitaron mi trabajo de mesero. Me encabroné tanto que no me quedó de otra salvo mentarles sus pinches madres y escribir esta entrada.

La verdad es que no entiendo esto de los argentinos en México. La verdad es que yo no estoy en contra de la migración, eso que quede claro. Que las personas migren de los países pobres a los países ricos me parece muy razonable. Pero el caso de los argentinos en México es anómalo. Primero, porque el nivel de vida en México y Argentina es bastante equiparable. Segundo, debido a la reacción de los mexicanos ante el hecho de que la capital se está llenando de sudamericanos. En prácticamente todos los países del mundo, los inmigrantes empiezan desde abajo y hacen los trabajos que no quieren hacer los nacionales del país. Ganan los salarios más mediocres, y trabajan más. No digo que esto sea justo, por supuesto, pero es más o menos lógico. Salvo que seas requerido en un país, no resulta razonable que se te de un trato especial por tu condición de migrante económico.

Les pongo el siguiente ejemplo: si mañana yo me quisiera ir a España, salvo que me fuera con una oferta de trabajo, tendría que trabajar ilegalmente en algún restaurante mexicano en el barrio de Chueca, sirviéndole margaritas de 6 euros a españoles ojetes y turistas mexicanos que cuando están en México comen cada semana en restaurantes españoles, pero que cuando van a España una semana de visita les entra la nostalgia y terminan es esos lugares.
Otra cosa sería si me fuera de profesor invitado a la Cátedra de Blogueo "Von Decomposer" de la Universidad Complutense. Pues sí. Porque en ese caso yo estaría proporcionando un beneficio especial a la sociedad española y al desarrollo educativo de dicha nación con mi presencia, cosa que el marroquí que va a limpiar baños a Algeciras no hace pues realmente está desempeñando un trabajo que no requiere de mucha preparación, y que a pesar de ser necesario, podría ser ocupado por un nacional.

No estoy diciendo que los migrantes no merezcan mejores condiciones de vida, por el contrario, me parece que está mal que no se les reconozca su esfuerzo ni se les integre a la sociedad. Lo único que digo es que si te vas a otro país, no deberías esperar convertirte en un miembro destacado de la sociedad salvo que aportes con tu trabajo algo que no cualquiera podría aportar. El decir que los campesinos mexicanos que trabajan en los campos de California merecen que se les integre legalmente a la sociedad no equivale a pensar que merecen pertenecer a una posición acomodada (suponiendo que el ascenso social se da por méritos, algo completamente falaz...pero en fin). Esto se debe a que en teoría, un gobierno y el pueblo de un país vela por los intereses de los connacionales. O sea que no es irracional ni racista darle preferencia en un trabajo a un mexicano capacitado en México, o a un gringo capacitado en EU, un turco capacitado en Turquía, etc.

¿Hasta ahí todos de acuerdo?

Pero lo raro es que, en México, llega un argentino sin papeles y entra directo a ocupar puestos que le permiten una vida medianamente clasemediera. Como si no hubiera 50 millones de mexicanos jodidos y hambrientos que pudieran ocupar ese sitio. Les dan las chambas de meseros en los restaurantes caros a los argentinos como si no hubiera mexicanos que pudieran servir mesas. Les dan las chambas de profesionistas como si no hubiera profesionistas sin empleo en México. Les dan las chambas de edecanes, teiboleras, modelos, actrices, como si en México no hubiera gente que pudiera menear el culo y repartir sobres de Clight afuera de las estaciones del Metrobús y tuviéramos que importar personas desde el Río de la Plata para ello.

La pregunta evidente es: ¿Por qué les dan esas trabajos a los argentinos?

Y la respuesta, un tanto preocupante, es que eso ocurre por una sencilla razón. No tiene nada que ver con talento excepcional, ni con una escasez de mano de obra nacional, sino con una cuestión racial. Porque los argentinos son blancos. Así es. Los mexicanos son tan pendejos que no les gusta aceptar su condición mestiza. De no ser porque veo cómo ocurre todos los días, me sería imposible concebir que en un país donde el ochenta por ciento de las personas son prietas, los medios y la publicidad se dediquen en cuerpo y alma a convencer al público de que ser moreno es motivo de ignominia.
Por ejemplo, ese veto no declarado que existe hacia los indígenas en las telenovelas, donde las protagonistas, a pesar de supuestamente encarnar a mujeres de barrio o a indias de la Sierra, son invariablemente blancas de ojos verdes con vestidos de tehuanas.
Otro buen ejemplo son los productos de belleza. Tanto la publicidad imperante como la forma de arreglarse de la gente denotan el autodesprecio con el que se juzga la gente. Los pupilentes, los tintes, las cremas blanqueadoras...estos productos saturan los centros comerciales y permiten darle cuerda a las aspiraciones de millones de mestizos avergonzados de serlo. Qué importa si a la hora de la hora, después de haber gastado miles de pesos en accesorios, terminan pareciendo la versión pirata de Britney Spears: lo que importa es parecer lo menos posible un mexicano. Porque nada les cuesta a las compañías de cosméticos, de ropa o de champúes vendernos un ideal de belleza mestizo y continuar oprimiendo a las mujeres desde todos los demás flancos. Esto incluso podría ser visto como un avance respecto al actual paradigma racista. Pero no, es como si nos dijeran que tal cosa no existe, que la belleza es siempre europea, y que los morenos estamos todos excluidos de ella.

El que los mexicanos acepten esto denota que la lucha por el orgullo racial es una batalla que se dio por perdida hace mucho. El mexicano tiene un enorme complejo hacia su color de piel que los argentinos no hacen más que explotar a su favor. Los argentinos saben perfectamente que a los mexicanos no les gustan los mexicanos. A mi juicio, esto nace a partir herida histórica de la conquista. Como bien señala Octavio Paz en El laberinto de la soledad, la conquista se da por medio de una violación simbólica. La de la india chingada por el español. Pero ésta es sólo el primero de una cadena de ultrajes. Posteriormente nos cogieron los gringos (en repetidas ocasiones), los franceses, el TLCAN.
Por ello, los mexicanos le tienen miedo y respeto a los blancos. Son demasiado indígenas para pasar por europeos, pero la mayoría tiene algún rasgo evidente de ancestría europea que intentamos relucir para así jactarnos de que el padre violador finalmente es también nuestro padre. Si no fíjense en cómo ciertos elementos y rasgos físicos (ojos claros, piel clara, pelo claro, estatura) son considerados "virtudes" en la filosofía popular. Es tanto el peso de la raza, que hacemos lo posible por identificarnos con los "chingones" cuando no somos más que los "chingados".

Los mexicanos incurrimos en uno de los racismos más autodestructivos y estúpidos que hay: el autoracismo. En lugar de enorgullecernos o simplemente aceptar nuestro color de piel, de pelo, de ojos, nos rechazamos a nosotros mismos como feos y hasta preferimos ser copia grotesca de un gringo que ser nosotros.
El éxito de las edecanes argentinas es prueba de lo que Enrique Serna llama "tercermundismo erótico". Como buenos capitalistas, hermos buscado los mercados baratos para hacernos de achichincles güeritos. Como sería inconcebible tener de meseros y de edecanes a unos gringos o a unos europeos, aceptamos a los argentinos porque es lo más cerca que podemos estar de tener a un blanco a nuestras órdenes en un país donde tener piel clara se correlaciona con un grado injustificable de éxito social.
Por eso el mestizo promedio se apantalla de que una rubia le dirija la palabra, y ése es el éxito de las edecanes argentinas. En cuanto a las edecanes argentinas, el que un mexicano o una mexicana esté más dispuesto a hacerle caso a una mujer blanca que a una morena, simplemente saca a relucir el complejo de inferioridad que sentimos cuando nos enfrentamos a los tipos de cuerpo europeos. La sobrestimación de las rubias no es otra cosa que el reflejo de nuestra inseguridad, y de la fascinación que ocasiona en nuestra mentalidad colonizada el que una persona de piel blanca nos dirija la palabra (sin que lleve un látigo o una escopeta entre manos).
Por lo mismo, los mexicanos que van al spring break en Cancún con miras de ligarse gringas suelen terminar batiéndose pajas en el cuarto porque su aproximación a la gringa como si encamarse con una rubia equivaliese a ganarse el premio mayor de la lotería denota la carecencia de autoestima y el respeto propio necesarios para proyectar otra cosa que no sea la imagen de un limosnero mestizo que pide sexo por misericordia. Ligarse a una güera sigue planteándose apriorísticamente como un reto cultural superior a nuestras fuerzas, y eso es lo que anula nuestras posibilidades de éxito.
Pero no sólo el prieto tiene complejo de inferioridad, sino que el güero tiene complejo de superioridad. No hay mujer más mamona y difícil en el mundo que una güera mexicana, pues conoce perfectamente que ante los ojos malinchistas de nuestro pueblo, encarna el anhelo subalterno por excelencia: aquél del hijo de la chingada por chingarse a la hija del chingón.


Conclusiones: Yo creo que lo que tendría que pasar es que todos los mexicanos se cogieran a una güera. Así por fin se nos quitaría. Y respecto a los argentinos, pues que sigan viniendo a trabajar de cosas que acá no haya (bueno futbolistas o profesores de historia argentina, por ejemplo) y no de pinches edecanes y actores.

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Por cierto, ¿querían que le echara más mierda a los argentinos? ¡Qué va ser ésta una entrada contra los argentinos! Es contra los pinches mexicanos pendejos, como siempre.

Tuesday, October 07, 2008

Argumentos











Conclusiones: La mano invisible nos metió su dedo invisible en el culo, y el mercado nos mostró que el capitalismo de mercado no funciona. Qué bonitas semanas, me cae

Sunday, August 17, 2008

Fernando Martí no es un héroe


El otro día estaba de lo más tranquilo en Barcelona, sudando como cerdo, atascándome de falafel, leyendo libros sin pagarlos en las librerías, fallando en cualquier intento de encontrar trabajo, y masturbándome cada vez que me encontraba una fachada de Gaudí (ni se diga de las minifaldas), cuando de pronto se me acabó el tiempo y, ni pedo, a regresar a la ciudad de México.
Iba muy tranquilo en el avión de vuelta, leyendo el periódico del día anterior, cuando llegué a la parte de las esquelas y me encontré con que había muerto un tal Fernando Martí, y que toda la pinche gente del mundo lamentaba la muerte de esta persona. No sólo eso, sino que hasta el Congreso había hecho un minuto de silencio en su sesión de aquella mañana porque realmente lo que había ocurrido era lo más triste y lamentable de la historia.

Yo inmediatamente pensé que Fernando Martí debía ser algún tipo de superhéroe del que no me había enterado y que salvaba niños de casas incendiadas, o quizá era la reencarnación mexicana del Dalai Lama. Tal vez era un héroe revolucionario o un luchador social. Qué sé yo.

El caso es que seguí leyendo el periódico y me enteré que Fernando Martí era simplemente el hijo de un millonario que ha hecho su fortuna vendiendo zapatillas deportivas con sobreprecios idiotas. Que unos cabrones lo secuestraron y lo mataron. Sí, sí, sí, qué mal pedo, ¿pero por qué tanto barullo? En los siguientes días en México fui testigo de la avalancha mediática que causó la muerte del muchacho: creación de una policía especializada, especulaciones sobre una cumbre antisecuestros, propuesta de reinstaurar la pena de muerte, horas y horas de notas en la televisión. También ocurre que ahora el Yunque prepara una marcha de millones de ingenuos que irán a crear una base de apoyo a los intereses de la derecha retrógrada sin siquiera saberlo.

Bla bla bla.

¿Pero saben qué?

Fernando Martí no es un pinche héroe. No hizo nada extraordinario ni valeroso. Lo secuestraron, le sacaron varo a sus jefes, lo mataron, y lo encajuelaron. Eso en México, disculpen que se los diga, pero le ha pasado a miles de personas. No es el primer joven a quien se lo hacen, ni será el último. Permitanme aclarar: lo que ocurrió con el chico es horrible, espantoso, asqueroso, triste, lamentable e injusto. Pero como están las cosas en el país, no constituye de ninguna manera una tragedia nacional. Será una tragedia personal para la familia Martí, pero no una tragedia a nivel país, donde todos los días pasan hechos más macabros y espantosos (o por lo menos, igual de horribles).

Ah, ¿pero entonces por qué los medios de comunicación esperan que todos lloremos, que nos autoflagelemos las nalgas a latigazos y que demostremos nuestra solidaridad con los Martí comprándonos ocho pares de tenis en el centro comercial más próximo? ¿Por qué, si esto ha ocurrido miles de veces, es hasta que le pasa a FM que el gobierno decide comenzar a hacer algo al respecto? Muy sencillo. Porque las cosas no son horribles sino hasta que le ocurren a un rico. A un rico, nos dicen la revista Tevenovelas, no deben pasarle cosas horribles. El caso de FM es trágico, porque le ocurrió a una persona con lana. Si en lugar del hijo de un empresario, hubiera sido el hijo de un profesor universitario o el hijo del dueño de la papelería de la esquina (o 600 mujeres de una ciudad fronteriza), a nadie le importaría.
Eso es lo que nos han enseñado las telenovelas. Ahora lo confirma el Congreso. Ay, pobrecitos ricos: ellos son responsables en gran medida de los problemas sociales, pero deberían estar excentos de las repercusiones de sus actos. Lo más feo que les debería pasar es que les traigan la sopa fría en su restaurant favorito de Masaryk.

Me remito a un texto de un sociólogo formalista ruso de la escuela mierdista, el Dr. Vladimir Decompozherovich (ВЛАДИМИР ДЕКОМПОЖЕРОВИЧ) publicado el 18 de diciembre del año pasado en una revista de gran prestigio mundial.

Aquí

"Hay que pedirle a dios de que a los hijos de los senadores les de SIDA, a ver si así se dan cuenta de la importancia de las campañas de prevención, y que dar condones no equivale a comprar six packs...Dios quiera que a sus familiares los secuestren, a ver si hacen algo para acabar con la inseguridad...algo que no sea asignarse más guaruras. Juntemos las manos y oremos por que, en una caída de la bolsa y debido a sus AFORES privadas, se queden todos los legisladores sin jubilación, y se vean obligados a empacar compras en el supermercado para pagar sus medicamentos contra el Alzheimer. Quizá así hagan algo por las pensiones y los viejitos. Y sería bueno para el país que se les muriera algún hijo de inanición, por no tener suficicente comida. Tal vez ésa sea la única forma de que estas personas implementen políticas para nutrir mejor a los niños pobres.
Sería bueno para el país que a su mejor amigo le de un balazo algún policía corrupto en la calle, y que se tarde cuarenta minutos en llegar la ambulancia. A ver si así deciden darle una mayor partida a los servicios de rescate y combatir la corrupción policial.
Habría que desear a todos y cada uno de los asambleístas los despidan injustificadamente, y no puedan hacer nada al respecto. A ver si mejoran la ley laboral. Que sus hijos reprueben el examen a la universidad pública y no tengan para una privada, a ver si hacen algo por mejorar el acceso a la educación. Ojalá que el salario de un legislador sea proporcional al de todos los demás mexicanos, para que sólo se lo puedan aumentar cuando suba el nuestro."

En fin, como parece ser que la única forma de que los legisladores hagan algo respecto a los problemas del país es que les pase algo malo a ellos y a sus amigos ricos, hay que desear, por el bien del país, que se sigan chingando los ricos...que a los hijos de Felipe les de SIDA, que a la hija de Soberanes (pendejo) le dé una complicación por un aborto clandestino, y que a la sobrina de Ebrard se la dedee un gorila en el transporte público...bueno, juzgando por los RTP sólo para mujeres, creo que eso tal vez ya pasó.

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NOTICIA DE ÚLTIMO MOMENTO: Felipe Calderón declara que todos los que estén en contra de la privatización de PEMEX están deshonrando la memoria de Fernando Martí. (...) "Así lo habría querido Fernandito", declaró el mandatario cuando se le preguntó su postura respecto a la posible injerencia del capital privado en la paraestatal. El presidente prometió, además, que
cuando se privatice PEMEX, los pozos del tesoro serán bautizados con el nombre del acaudalado occiso.

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Así que voy a borrar esta entrada muy pronto, no sea que me acusen de insensible.

Sunday, April 20, 2008

Guía para trolear mi blog


Como muchos de los lectores que han revisado últimamente los comentarios sabrán, el blog ha sido frecuentado por trolls. Sabrán perdonarme el que haya activado la moderación de comentarios; sin embargo, es lo único que puedo hacer por el momento para evitar los embates de los masturbadores obsesivos que entre que esperan a que se descarguen videos de burros violadores de abuelitas y el set entero de de goatse, se meten a mi blog a trolear por medio de los comentarios basura.

Y lo que más coraje me da, lo que me irrita hasta la punta del último pelo del duodeno, es justamente que no molestan. En lugar de hacer un troleo inteligente, afirmativo, proactivo, vanguardista y crítico, simplemente llenan 40 comentarios basura acusándome de ser "patiño".

Hmmm. Nadie ríe.

O sea que estamos ante supuestos molestones profesionales que ni siquiera saben molestar bien. Por lo tanto, he tenido que redactar una guía para trolear y molestarme, pues la verdad es que a este blog han llegado puros ejemplares fallidos que en su intento por chingarme sólo se han revelado como unos pendejos.

El caso más reciente es el de un muchacho que presume ser de España pero que yo tengo serias dudas al respecto de que a los de su especie les proporcionen siquiera pasaporte.

Este personaje --cuyo nombre ni importa--, es poco más que un analfabeta palurdo, un auténtico paleto sacado de algún pueblo franquista y retrógrada de las montañas más inmundas del territorio español; uno de esos pueblos pirineos en el que son cincuenta habitantes, todos emparentados, que al combinar su poca y deficiente variabilidad genética engendran una serie de chamacos mutantes cuyos ejemplares más destacados e inteligentes siguen teniendo un coeficiente muy por debajo del retrasado mental promedio.

Y este chico, llamémoslo Cherman, es de los idiotas de su pueblo. Básicamente, esto significa que Cherman es poco más inteligente que una purulenta y sangrante excrecencia cagada por un caballo disentérico de las montañas de la selva tropical.

Pero veamos la historia personal de Cherman....



Nacido hace treinta años, es uno de los ejemplares más destacados a nivel mundial de lo que se le llama infantilismo mental severo con complejo de edipo, lo que lo ha llevado a ocupar páginas centrales de los manuales de sicología clínica reciente además de ser figura de culto entre los fetichistas del incesto. Cherman tiene 30 años pero tiene la ortografía de un gitanito ladrón de ocho que en lugar de ir a la escuela se dedica a bolsear a la gente en el transporte público de España.

Y políticamente, también resulta una fuente de mucho LOL. Sus insultos racistas demuestran un profundo odio por todos los inmigrantes, pues como viene de una familia de palurdos analfabetas que se dedicaban en la época de Franco a ser soldados de poca monta y soplones, le da coraje que haya gente que vaya a España en busca de mejores oportunidades, como si a él o a gente como él pudiera atribuírsele la responsabilidad de la reciente prosperidad económica española.
Es, además, un envidioso y un resentidillo de mierda que le echa la culpa a los immigrantes y a los "mexicanos sudacas" (ojo: Hay partes de México que están más al norte que partes de España, ¿pero cómo exigirle a un analfabeta que sepa de georafía?) de que él sea un miserable en vez de echárselo a quien realmente la culpa de ello.

¿Quién será? ¿Los gobiernos derechistas que desampararon a los retrasados mentales?

Pues sí. Pero sobre todo la puta de su mamá, que al alimentarlo con la leche de sus verguescas tetas (otra malformación cortesía de cojerse entre hermanos), le hinchó irreparablemente el ser con un gominoso semen que terminó por reemplazarle las entrañas y convertirlo en una eyaculación andante. Además, Sherman es virgen. ¿Cómo lo sé? Porque sólo un virgen se puede tomar el tiempo para comentar idiotamente en una decena de blogs todos los días de su vida.

Ésta es otra de las razones de su frustración, pues sueña con dejar de ser quintito. Su fantasía es chupar los penes del pecho de su mamá mientras la penetra con su pinguilla nanométrica, pero su mamá se ha negado a amamantarlo desde que el día en que cumplió los dieciseis años.

Virgen, estúpido, inculto, y profesa atracción sexual hacia sus familiares deformes. Eso básicamente resume la condición del tal Cherman. Felicidades, troll.


Bueno....pero a ver. Esto iba a ser una guía para trolear el blog, ¿no?

De una vez les aclaro: no me molesta que me molesten al menos que me molesten. A ver si pueden. Inténtenlo. Háganlo con inteligencia, y capaz lo logran. A ver. ¿Quieren trolear el blog?

Unos tips:

1. Pongan fotos de mi mamá desnuda.
Si averiguan su dirección, pueden irrumpir de forma ilegal en su casa y colocar una cámara escondida en el baño y tomarle foto durante la ducha. Luego la suben al blog y me hacen encabronar soberanamente.

2. Pongan mi teléfono y dirección.
Varios de los lectores se saben mi teléfono y dirección. Pero ellos no lo postearían. Reto a que alguno de los que me odia lo busque en la base de datos del CISEN o de Slim y lo postee públicamente para que me comiencen a llegar llamadas a las 4 a.m. o sobres con condones usados al buzón. Eso me haría rabiar como perro.

3. Suban fotos de mí desnudo.

PASO 1: Buscar a mi ex novia.
PASO 2: Ofrecerle 150 pesos por el video en el que durante 4 minutos juego a girar mi pichula como si fuera la hélice de un helicóptero.
PASO 3: Subirlo a Youtube.
PASO 4: ?????
PASO 5: Trolearme.


4. Escriban un blog mejor. Si realmente están en contra de lo que digo y creen que mi blog representa el epítome de la estupidez, pues hagan el suyo y háganlo mejor.
Miren, es muy barato y fácil: se abren una cuenta y comienzan a escribir. Y ya. Escriban cada semana y háganlo tan bien que me bajen a todos mis lectores y acaparen a los nuevos.
Este blog no gasta en promocionarse y su modesta fama se ha esparcido por medio de la recomendación personal. Jamás he gastado un centavo en publicidad, así que esto no es como poner a competir un changarro contra Wal-Mart. Estamos, por lo menos estructuralmente, en términos de igualdad de oportunidades. Tienes todo el derecho a que te cague mi blog y a escribir entradas sobre cuán buen presidente es Felipe; sobre cuán genial es el contenido de las televisoras; y sobre cuán terroristas eran los mexicanos muertos a manos del asesino Álvaro Uribe.
Que posteriormente descubran que lo único que están haciendo es parafrasear las barrabasadas del Reforma, Milenio y Crónica, pues ya es un riesgo que habrán de asumir.


5. Darme de puñetazos en el pito.




Conclusiones:
Si quieres acabar con mi blog, no basta ser un gordo, virgen, retrasado mental con demasiado tiempo libre. Necesitas rebasarme por medio de las palabras y las ideas. Y creánme, no ha de ser muy difícil ser mejor escritor que yo. Basta que le echen ganas. ¿Así que qué esperan trolls? ¡Pónganse a chambear!


Friday, April 11, 2008

Sunday, March 23, 2008

En defensa de los pendejos emos


(foto de típico emo)

No voy a decir cuán en desacuerdo estoy con esto de que haya gente en contra de los emos, porque creo que los emos están de la ñonga. Yo estoy en contra de ser emo, al igual que estoy en contra de identificarse con cualquiera de las modas comerciales impuestas por las disqueras trasnacionales y que una sarta de adolescentes ingenuos acuñan con en nombre de "identidades o, de forma más reciente, "tribus". Pero más deplorable incluso que ser emo, es quererse madrear a un emo por serlo.



Miren el segundo '56.

Ésta es el tipo de opinión estúpida de la gente fascista. Es más, es una fórmula que se usa cada vez que se intenta justificar la discriminación o la violencia:

"No tengo nada contra los indígenas, nada más creo que los deberían meter todos a una reserva"
"No tengo nada contra los inmigrantes siempre y cuando no se vayan de sus países de origen."

"No tengo nada contra los negros, nada más está comprobado que son todos unos criminales."

"No tengo nada contra los gays, pero no creo que se les debe de otorgar derechos de ningún tipo"


La opinión del boludo aquel....

"No tengo nada contra los emos, lo que no me gusta es que acaparen un lugar como suyo" y por eso salgo a madreármelos.

La idea de que se tiene que "limpiar" las calles de gente indecente no es nueva. Es parte de un discurso fascista. Lo que los nazis hacían era "limpiar" Alemania de los judíos. Lo que hicieron los conquistadores en América fue "limpiar" el continente de los indígenas que no permitían el avance del progreso. Lo que hizo Giuliani cuando metió a los homeless de Manhattan a las cárceles fue "limpiar" Nueva York.

El emo actual tiene grandes deficiencias. Es apolítico, consumista, está inserto en el capitalismo, y es poco crítico. Sus miembros se autodeclaran orgullosamente analfabetas. Pero la gente anti-emo se lleva la crítica por otro lado. Que si son afeminados, que si sus pantalones, que sus pelos...

Porque si se criticara desde la izquierda o se criticaran las carencias aburguesadas, no habría mucho qué criticarles porque los anti-emo son los peores. ¿Ustedes creen que los que se los madrearon lo hicieron porque eran críticos sociales?

En vez de hacer la crítica del emo desde la izquierda, la hacen desde la derecha. ¿Vieron el video? Coreando el "quiere llorar" y golpeando en bandita, como lo hacen los cobardes. Parecían policías granaderos, bola de homofóbicos y pendejos.




El emo es sin duda una afrenta al buen gusto. Pero hay mil afrentas mayores que se consideran normales. Por ejemplo, el pan bimbo, los trasgénicos, comer sopa Maruchan, comer carne, la jornada laboral de 8 horas o más. ¿Por qué no manifestarse en contra de eso?

¿O por qué, si consideran que el emo es timorato, no se radizalizan los anti-emo en una postura anticapitalista?
El otro día vi unos emos que salían del McDonald's de la zona rosa. Les importa poco ser anti-establishment. Todas esas lecciones del punk se las han pasado por el culo.



¿Pero acaso se los querían madrear por eso los punks? No, al contrario. Vean las fotos. Las personas que golpearon a los emos eran probablemente personas que van a McDonald's, votan por el PAN, toman Coca-Cola, ven telenovelas, comen carne, y no leen. Reguetoneros homofóbicos y pendejetes que les gusta jugar a que son muy machines. Pendejos seguidores del América (o de las Chivas, o el Necaxa, o lo Tigres: da igual, el futbol es de nacos) y toda esa sarta de pajeros que se han encargado de agarrarse contra los emos por ser una presa fácil.

¿Y la virtud de los antiemos cuál es? Ser gente normal. Quizá los emos estén de la verga, pero por lo menos tienen el impulso de rebelarse un poco, de que hay algo mal con el mundo, y hasta defienden sus mariconerías. Lo que sí está de la ñonga es querer ser "normal". No hay nada más asqueroso que la normalidad, porque una persona normal es un mediocre. Así es: la mediocridad de la rutina, del consumo, y de la postura acrítica ante el mundo. Por lo menos los emos se deprimen porque ven tan mal las cosas, y sienten rabia e impotencia de no poder cambiarla. Los mediocres son incapaces siquiera de eso: les vale madres el mundo, salvo que las calles están "limpias de emos".

Al madrearte a un emo por ser diferente, estás proponiendo que eso es "incorrecto" y por ende que hay algo más que es "correcto". Y esa corrección no es algo que vaya más allá de las categorías sobresimplificadas y las identidades prefabricadas y chabacanas de los niños de clase media, sino que simplemente es la identidad del no-cuestionamiento, de la aceptación, de la interiorización de ideas fascistas y de la homofobia. De ser "machitos" y estar en contra de que haya personas que le den "mala imagen" a una ciudad.

¿Acaso estos imbéciles anti-emo no leen los periódicos?

¿Saben quién le da mala imagen al país?

Se la da el gobierno de mierda que hace elecciones fraudulentas, los gobernadores pederastas, los militares cavernícolas que violan los derechos humanos, los gobernadores asesinos que reprimen movimientos sociales con escuadrones paramilitares. La mala imagen la dan narcotraficantes asesinos que corrompen a las autoridades y las autoridades que se dejan corromper. La mala imagen la da un gobierno que permite el asesinato sistemático de mujeres en la frontera norte, que permite que el narco asesine a quien quiera, cuando quiera.
La mala imagen la dan las televisoras que producen un contenido de mierda que tiene a la gente engullendo toda esa mierda visual como si fueran coprófagos muertos de hambre.

Los que ordenaron Atenco, los que ordenaron reprimir Oaxaca. Los gobernadores y políticos que se chingaron el dinero que tenía que usarse para construir los diques que evitaran que Villahermosa se inundara. Los miembros de un partido que nació de la lucha contra el fraude y que hace fraude en la elección para escoger su dirigencia.

¿Por qué si estos pendejos están tan a favor de mantener limpias las calles no hacen nada por derrocar a un gobierno inútil? ¿Por qué no se organizan para luchar contra el sistema que verdaderamente nos agrede a todo y nos hace quedar como un país de pendejos en los periódicos internacionales?

Porque para ellos eso no es el problema. El problema es que unos chicos se pinten los ojos y se peinen los pelos de forma excéntrica. Que sean flaquitos y afeminados.

Vaya, pues parece que esto no tiene salida.

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Y bueno, una cosa es que esas opiniones estúpidas las profiera un adolescente queretense con arena en el ano, pero otra muy distinta es que sean escupidas por un presidente municipal.

El pendejo de la semana es Gerardo Hernández Gutiérrez, presidente municipal de Celaya, quien dijo lo siguiente:

(nota)

"El presidente municipal de Celaya, Guanajuato, el panista Gerardo Hernández Gutiérrez, dijo que los emos dan “mala imagen” y su gobierno buscará “reubicarlos” del jardín principal del primer cuadro de la ciudad, frente a la alcaldía, donde suelen reunirse.

“Debe haber respeto, ante todo, pero también tenemos obligaciones, y los emos de alguna forma son ciudadanos (de alguna forma, porque sabemos que la ciudadanía se construye a partir de la normalidad del peinado, la R.) , son personas humanas (¿me puede explicar en qué consisten las personas no humanas?, LOL. La R.) que también tienen sus derechos y obligaciones. No nos gustaría que estén en el centro. Afectan la imagen y dan mal ejemplo (en cambio el presidente municipal nos da ejemplo de impecable oratoria, la R.). Ellos que mejor estén en otro lado”.

Aunque eludió dar detalles sobre la “reubicación”, subrayó: “Les vamos a pedir que no se concentren en un solo lugar, que estén en otro lugar donde no causen mala imagen (en lo oscurito, sugiere la R.)”.

Sin embargo, un alto mando de la guardia municipal reveló que ya se trabaja en un operativo para retirarlos. “Se quiere evitar enfrentamientos como los que se dieron en Querétaro o en el Distrito Federal con otros grupos del mismo corte: radicales (léase: todos los que no sean panistas fundamentalistas que dicen que el SIDA es castigo de dios a los homosexuales, la R.)



Y bueno, en La de-composición latente nos preguntamos:

¿Cómo haces un desalojo de un grupo a partir de su preferencia musical?

¿Van a poner unas bocinas con Fall out boy a todo volumen, y al que baile se le va a ir encima la tira?

Ay, estos panistas. Y luego les castra que nos burlemos.

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¡Felices pascuas!



Ahí les dejo a su resucitado.