Sunday, August 17, 2008

Fernando Martí no es un héroe


El otro día estaba de lo más tranquilo en Barcelona, sudando como cerdo, atascándome de falafel, leyendo libros sin pagarlos en las librerías, fallando en cualquier intento de encontrar trabajo, y masturbándome cada vez que me encontraba una fachada de Gaudí (ni se diga de las minifaldas), cuando de pronto se me acabó el tiempo y, ni pedo, a regresar a la ciudad de México.
Iba muy tranquilo en el avión de vuelta, leyendo el periódico del día anterior, cuando llegué a la parte de las esquelas y me encontré con que había muerto un tal Fernando Martí, y que toda la pinche gente del mundo lamentaba la muerte de esta persona. No sólo eso, sino que hasta el Congreso había hecho un minuto de silencio en su sesión de aquella mañana porque realmente lo que había ocurrido era lo más triste y lamentable de la historia.

Yo inmediatamente pensé que Fernando Martí debía ser algún tipo de superhéroe del que no me había enterado y que salvaba niños de casas incendiadas, o quizá era la reencarnación mexicana del Dalai Lama. Tal vez era un héroe revolucionario o un luchador social. Qué sé yo.

El caso es que seguí leyendo el periódico y me enteré que Fernando Martí era simplemente el hijo de un millonario que ha hecho su fortuna vendiendo zapatillas deportivas con sobreprecios idiotas. Que unos cabrones lo secuestraron y lo mataron. Sí, sí, sí, qué mal pedo, ¿pero por qué tanto barullo? En los siguientes días en México fui testigo de la avalancha mediática que causó la muerte del muchacho: creación de una policía especializada, especulaciones sobre una cumbre antisecuestros, propuesta de reinstaurar la pena de muerte, horas y horas de notas en la televisión. También ocurre que ahora el Yunque prepara una marcha de millones de ingenuos que irán a crear una base de apoyo a los intereses de la derecha retrógrada sin siquiera saberlo.

Bla bla bla.

¿Pero saben qué?

Fernando Martí no es un pinche héroe. No hizo nada extraordinario ni valeroso. Lo secuestraron, le sacaron varo a sus jefes, lo mataron, y lo encajuelaron. Eso en México, disculpen que se los diga, pero le ha pasado a miles de personas. No es el primer joven a quien se lo hacen, ni será el último. Permitanme aclarar: lo que ocurrió con el chico es horrible, espantoso, asqueroso, triste, lamentable e injusto. Pero como están las cosas en el país, no constituye de ninguna manera una tragedia nacional. Será una tragedia personal para la familia Martí, pero no una tragedia a nivel país, donde todos los días pasan hechos más macabros y espantosos (o por lo menos, igual de horribles).

Ah, ¿pero entonces por qué los medios de comunicación esperan que todos lloremos, que nos autoflagelemos las nalgas a latigazos y que demostremos nuestra solidaridad con los Martí comprándonos ocho pares de tenis en el centro comercial más próximo? ¿Por qué, si esto ha ocurrido miles de veces, es hasta que le pasa a FM que el gobierno decide comenzar a hacer algo al respecto? Muy sencillo. Porque las cosas no son horribles sino hasta que le ocurren a un rico. A un rico, nos dicen la revista Tevenovelas, no deben pasarle cosas horribles. El caso de FM es trágico, porque le ocurrió a una persona con lana. Si en lugar del hijo de un empresario, hubiera sido el hijo de un profesor universitario o el hijo del dueño de la papelería de la esquina (o 600 mujeres de una ciudad fronteriza), a nadie le importaría.
Eso es lo que nos han enseñado las telenovelas. Ahora lo confirma el Congreso. Ay, pobrecitos ricos: ellos son responsables en gran medida de los problemas sociales, pero deberían estar excentos de las repercusiones de sus actos. Lo más feo que les debería pasar es que les traigan la sopa fría en su restaurant favorito de Masaryk.

Me remito a un texto de un sociólogo formalista ruso de la escuela mierdista, el Dr. Vladimir Decompozherovich (ВЛАДИМИР ДЕКОМПОЖЕРОВИЧ) publicado el 18 de diciembre del año pasado en una revista de gran prestigio mundial.

Aquí

"Hay que pedirle a dios de que a los hijos de los senadores les de SIDA, a ver si así se dan cuenta de la importancia de las campañas de prevención, y que dar condones no equivale a comprar six packs...Dios quiera que a sus familiares los secuestren, a ver si hacen algo para acabar con la inseguridad...algo que no sea asignarse más guaruras. Juntemos las manos y oremos por que, en una caída de la bolsa y debido a sus AFORES privadas, se queden todos los legisladores sin jubilación, y se vean obligados a empacar compras en el supermercado para pagar sus medicamentos contra el Alzheimer. Quizá así hagan algo por las pensiones y los viejitos. Y sería bueno para el país que se les muriera algún hijo de inanición, por no tener suficicente comida. Tal vez ésa sea la única forma de que estas personas implementen políticas para nutrir mejor a los niños pobres.
Sería bueno para el país que a su mejor amigo le de un balazo algún policía corrupto en la calle, y que se tarde cuarenta minutos en llegar la ambulancia. A ver si así deciden darle una mayor partida a los servicios de rescate y combatir la corrupción policial.
Habría que desear a todos y cada uno de los asambleístas los despidan injustificadamente, y no puedan hacer nada al respecto. A ver si mejoran la ley laboral. Que sus hijos reprueben el examen a la universidad pública y no tengan para una privada, a ver si hacen algo por mejorar el acceso a la educación. Ojalá que el salario de un legislador sea proporcional al de todos los demás mexicanos, para que sólo se lo puedan aumentar cuando suba el nuestro."

En fin, como parece ser que la única forma de que los legisladores hagan algo respecto a los problemas del país es que les pase algo malo a ellos y a sus amigos ricos, hay que desear, por el bien del país, que se sigan chingando los ricos...que a los hijos de Felipe les de SIDA, que a la hija de Soberanes (pendejo) le dé una complicación por un aborto clandestino, y que a la sobrina de Ebrard se la dedee un gorila en el transporte público...bueno, juzgando por los RTP sólo para mujeres, creo que eso tal vez ya pasó.

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NOTICIA DE ÚLTIMO MOMENTO: Felipe Calderón declara que todos los que estén en contra de la privatización de PEMEX están deshonrando la memoria de Fernando Martí. (...) "Así lo habría querido Fernandito", declaró el mandatario cuando se le preguntó su postura respecto a la posible injerencia del capital privado en la paraestatal. El presidente prometió, además, que
cuando se privatice PEMEX, los pozos del tesoro serán bautizados con el nombre del acaudalado occiso.

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Así que voy a borrar esta entrada muy pronto, no sea que me acusen de insensible.