Sobre rayar billetes
(Artículo publicado por primera vez en el semanario The Economist, del 10 de septiembre del 2007. Todos los derechos reservados.)
by Dr. Decom Poser, Departamento de estudios financieros, Universidad de Harvard.
El otro día, celebrando la nueva temporada de éste, su blog de confianza, hice unos billetes conmemorativos. El primero hacía alarde del hecho de una forma un tanto gráfica y ostentosa.
Pero era, en realidad, inofensivo. Así que fui al banco a pagar el internet y cuando andaba dándole el dinero a la cajera, me percaté de que se detuvo a examinar el billete al momento de contar el pago. Acto seguido, llamó al gerente de la sucursal a que lo viniera a revisar. Ante la situación, me hice el desentendido y simplemente, en caso de ser requerida, empecé a esbozar una excusa de que me lo acababa de dar así el cajero automático. Pero a la hora de la hora no fue necesario porque el gerente simplemente le indicó a la cajera que me lo aceptara, y ya. Sin embargo, yo, muy conspicua y como desinteresadamente, le pregunté: ¿Había algún problema? ¿pensaban que era falso o qué? Y me dijo, "No, es que estaba rayado. Y si un billete está rayado con una leyenda política o religiosa, pierde su valor."
Como quien dice, el Banco de México es un gran mago. Tú trabajas por obtener dinero, y la reserva del país la respalda. Tú, al tener un billete, eres dueño de una fracción de la economía del país, de una riqueza que te es legada a través de dicho instrumento. Ahora, el billete en sí no tiene ningún valor. El valor real está en la economía y en la esperanza de que el pinche Banco Central no imprima papeles a lo pendejo que lleve a una devaluación de la moneda. El billete es sólo una abstracción del VALOR, no es valor en sí. Es PAPEL. En tanto que es un pedazo de papel que tiene una denominación impresa que es real, el Banco no tiene derecho a decirte que, salvo que lo destruyas o le quites una parte física al billete, éste no sirve. Un billete viejo de cien, todo arrguado y chingado, no vale noventa.
Para los alquimistas del Banco de México, el ponerle una palabra a un instrumento representativo del valor le quita el valor. Es como de David Copperfield la cosa. O sea, para ellos, esto:
deja de valer si le haces esto:
¿Cómo? ¿por qué? ¿cuándo? Nada: moralismo y mamadas. En fin, como ustedes sabrán, yo y mi amigo el Jey vamos un paso adelante siempre. Si no me creen, chequen nuestra solución.
¡Ajá! ¡Sin leyenda política, vuelve a valer! Así que, amigos, la moraleja es: júntense con los chingones.
Y a Guillermo Ortiz et al, les aviso atentament que, en algún lado de este país, hay un billete de 50 pesos con una dedicatoria para ustedes....
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Les presento a continuación dos ejemplares de la colección "Denuncias en billetes: un acercamiento a la obra de grafitti monetario de Dec Omp Oser desde la perspectiva del mito histórico mexicano". Éste es sólo un pequeño extracto de lo que será la obra y museografía de mi exposición que podrán disfrutar dentro de poco en el museo Rufino Tamayo.
La frase Y eso que la guerra la perdimos, pronunciada por el General Ignacio Zaragoza apunta hacia un cuestionamiento cabal de los mecanismos de mitificación de los episodios históricos más representativos de la historia mexicana. La Batalla de Puebla, acaecida el cinco de Mayo de mil ochocientos sesenta y algo, es un perfecto ejemplo de un episodio mitificado. A pesar de los balances negativos de la guerra que incluyen la efectiva invasión de los franceses y el sometimiento de las fuerzas del estado mexicano, en el imaginario colectivo se preserva una idea de grandeza debido a que se ganó una batalla. El que la ocupación francesa se haya consumado resulta un detalle irrelevante e incluso excluido de lo que la plebis sabe y recuerda acerca de dicho acontecimiento histórico. En este sentido, el billete contiene una doble interpretación: apela a la autocrítica desde el futuro de los mismos héroes nacionales que tuvieron una visión más completa de los hechos y cuestionan su merecimiento de aparecer en los billetes, y a la vez, llama la atención del público, seguramente ignorante y abyecto, sobre un asunto de vital trascendencia en la consolidación de la figura oprobiosa y patética del mexicano moderno: el que nos intenten vender episodios históricos excepcionales como victorias y los asumamos como tal. Haciendo analogía con el futbol, es como si la selección perdiera 6-1 contra su similar francés, y los medios exaltaran el único gol y lo anunciaran como logro heróico.
En esta presentación, el artista Dec Omp Uesto, se burla de una de las páginas históricas más trágicas pero a la vez más irrisorias y cábulas de la vida de el ilustre benemérito indígena cuyo busto ligeramente obeso, de ancha naríz y cabeza redonda nos observa a todos desde una medialuna alabastrina en la Alameda. La pérdida del borreguito del jóven pastor Benito Juárez fue un hecho que, sin duda, resulta el más relevante de su vida de acuerdo con las percepciones de los mexicanos. "Si no hubiera perdido ese borreguito, jamás se habría vuelto presidente de esta república". El billete busca recrear la posible reacción de este zapoteco ilustre al momento de enterarse de la desaparición de tan entrañable ovino, para a su vez incitar a la reflexión cesuda sobre la ontogénesis epistemológica del liberalismo mexicano en el ideario común.
Monday, September 10, 2007
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16 comments:
yeah¡¡ volvieron los billetes... seh¡¡
ché Dec Omp Uestome he vuelto adicta a tu blog...
hace tiempo que no tenia un desorden así....
Ja, chida tu elocuencia acerca de los billetes y su verdadero valor. A ese de morelos no le hubieras puesto Buda sino La virgen maría.
voy a escribir poesía en mis billetes.
y los voy a guardar... soy muy aprehensivo.
A mis billetes los voy a embarrar de mierda y los voy a regalar en la calle. De esta manera fomentare la economia del pais, asi qeu cuando veas un billete embarrado de mierda , recuerda que Mexico es grande.
toma wuey, para que tires mierda bien chingon
http://es.youtube.com/watch?v=0LA0Rm3RJjQ
ese ultimo fui yo, ando muy pedo
salu2
Cada que termine de subir un apunte en "La otra chilanga" vendré a este rincón virtual para no perder brújula pero relajarme un poquito. Gracias por la visita al blog y, bueno, me retacho a poner un link pa' que no se me pierda. Saludos.
Se le podria poner a un billete de 100 pesos una frase que diga:
¡¡¡YO NO SOY CUAUHTEMOC NI MUCHO MENOS MOCTEZUMA, PENDEJOS!!!
Yo todavia tengo uno de los billetes de diez varos; el autentico dolar mejicano, en los que salia Emiliano Zapata... estaria chida una frase:
"... De haber sabido que la lucha de mi gente valdria pa´ pura mierda..."
eeeeh! vuelven los post dadaistas!
no mames... casi lloro de la risa con el de 500 varos y el de 20... priceless!...
yo nada mas pondria uno de sor juana con la leyenda "que pedo putos", como que le da autoridaT
Dicen que los que salen en los billetes es porque no hicieron ni madres...el mejor, el de Juarez y su borreguito...
Que buen post, acabo de renovar ideas...
Con el relato de Juárez (y el anterior) me recordaste a alguna de las piezas de Les Luthiers y te imaginé contándolas acompañado de ellos.....sonarían bien tus posts con su acompañamiento.....
Yo por eso falsifico dólares estadounidenses para inflar y quebrar su economía.
Muy buen post. Tendré que revisar todos los lineamientos del Banco de México acerca de los billetes y su validez, porque según no los puedes engrapar y la mamada.
Si quieren más detalles, consigo toneladas de papel moneda sudamericano porque tiene poco valor y finalmente es papel moneda. Para reciclarlo ya saben como se procede: se moja, se pone en la licuadora, etc.
Por cierto, ¿alguien sabe que les pasó a los billetes de $10? ¿los retiraron por el mensaje zapatista? recuerdo porque hoy es 20 de noviembre.
Quisiera saber como logras falsificar dólares, me refiero a la imprenta.
JAJAJAJAJ ESTA CHIDA la dedicatoria del billete de 50 pesos. hahahaha
no tienes idea cuanto me encanta tu forma de escribir, eres tan gracioso, perverso, ironico y divertido que no imagino que puedas dejar de escribir, debiste haberte mudado a algun lado, talves a alguna libreta de notas o algo mas elaborado como un libro, en cualquiera de los casos, seria una fasinacion para mi, leer de nuevo algo tuyo.. quisiera que me indicaras a donde te has ido.
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